Facebook, la red social principal que existe actualmente, se inició como un lugar puramente personal donde poder conectar con nuestros amigos y compartir momentos de nuestra vida. Sin embargo, el uso ha ido evolucionando de forma que las marcas y empresas, poco a poco, han ido encontrando también su sitio.
Desde el principio las marcas se vieron como intrusas en una red de relación entre personas. Muchas de estas marcas accedieron a la red a través de perfiles personales aunque Facebook pronto vio la oportunidad y creo su propio lugar, las páginas de empresa.
Por tanto, los perfiles son únicamente para personas y para hacer un buen uso de ellos debemos crearlos con nuestro nombre real y una foto en la que se nos reconozca. A pesar de que Facebook se creó como personal, cada vez nos da más oportunidades profesionales incluso desde nuestros perfiles. Desde ellos hablamos sobre nosotros y es importante comprobar qué transmitimos.
Si somos una empresa, marca o producto, tenemos que crear una página. Este tipo de canal nos restringe algunas posibilidades pero también nos aporta otras muchas de las que no podemos disponer desde el perfil. Las principales diferencias son las siguientes:
- Límite de conexiones. Desde el perfil únicamente podemos conectar con 5.000 amigos, las páginas no nos ofrecen ningún tipo de limitación.
- Participación en grupos. En las páginas tenemos limitada la participación en grupos, sólo lo podemos realizar a través de perfiles personales.
- Envío de mensajes, etiquetado e interacción con perfiles. Las páginas no pueden enviar mensajes, etiquetar personas o interactuar directamente con los perfiles salvo que ese usuario ya haya interactuado previamente con la página. Facebook incluye esta restricción para intentar controlar los mensajes que emiten las páginas, de forma que no sean intrusivas o molestas para el resto de usuarios.
- Acceso a estadísticas. Ésta es una de las principales ventajas del uso de las páginas. Desde la página podemos acceder a datos estadísticos que nos darán pistas sobre qué alcance estamos teniendo, a qué público llegamos o cuáles de nuestras publicaciones son las que más gustan a nuestros seguidores. Si no medimos, no sabemos qué hacemos bien o mal. Los datos objetivos son una gran oportunidad de mejora de nuestras acciones. Anteriormente las empresas pagaban mucho por obtener datos de este tipo a través de estudios de mercado, Facebook nos lo ofrece de forma fácil y directa, llegando incluso a saber qué público ha accedido a nuestra página: edades, sexo, localización, horarios de conexión, etc.
- Programación de publicaciones. Desde la página podemos programar publicaciones para que aparezcan en el futuro. Es una práctica con la que tenemos que ser cuidadosos y no automatizarlo sin control aunque, sin duda, nos puede venir muy bien en un momento determinado.
- Privacidad. Las páginas son públicas. Si queremos vender nuestro producto o servicio es lo que nos interesa, ¿verdad?
Estas son sólo unas diferencias y apuntes. Si haces un uso profesional de Facebook, hazlo bien. Tu sitio es la página y tus conexiones serán con Fans. Te animo a investigar esta opción si todavía no la conoces, ¡tiene mucho que ofrecerte!
