Opinión

Enreda2 en la Nube: ¿Eliges el camino del optimismo o del pesimismo?

Ya sé que en los momentos en los que vivimos es difícil mantener el optimismo y mirar hacia adelante con esperanzas de que todo mejore. Es complicado pero debemos intentarlo y luchar por ello, puesto que la actitud que tengamos y mostremos en cada momento va a ser decisiva incluso en los acontecimientos que pueda ocasionar.
En el grupo de Herramientas en la búsqueda activa de empleo que creé en LinkedIn, en el que siempre intentamos animar a todos los participantes ya que muchos de ellos se encuentran en búsqueda de empleo, han ido surgiendo conversaciones muy interesantes sobre nuestro derecho a enfadarnos, a tener pataletas y días no tan buenos como otros. Estoy de acuerdo, tenemos derecho a sentirnos un poco más desanimados en un determinado momento, pero la actitud que muestres en una situación puede influir en la respuesta a la misma y en las consecuencias posteriores.

Muchas veces oigo que nos encontramos en una corriente de pesimismo en la que nos retroalimentamos entre todos con una negatividad que parece no tener fin. Sin embargo, mi percepción es otra. Junto a esta corriente que sin duda existe, también está evolucionando una corriente optimista, positiva, de apoyo, de #wenrolling, de cooperación y ayuda entre personas.

Y la pregunta es… ¿En qué corriente quieres estar? Estoy segura de que muchos pensaréis que las cosas no son tan fáciles, que decirlo es sencillo pero que hay muchas situaciones que no invitan al optimismo. Estoy totalmente de acuerdo. Pero se puede.

Hace algo más de un año me encontraba en situación de búsqueda activa de empleo y sé lo que se pasa en este momento. Intenté, desde el principio, estar activa y tener una actitud positiva ante la búsqueda. Me plantee que se trataba de una oportunidad de mejora en mi carrera profesional, un punto de inflexión que no tenía por qué ser a peor, sino todo lo contrario. Conseguí que así fuera y actualmente estoy muy contenta de la decisión tomada y de cómo se han desarrollado los acontecimientos desde entonces.

Leí hace un tiempo una historia que hablaba de que no podemos controlar las circunstancias que nos toca vivir pero sí podemos controlar cómo reaccionamos ante las mismas, ante las dificultades que vamos encontrando en nuestro camino, ya sea personal o profesional.

Reaccionar de forma negativa ante una dificultad puede bloquearnos y finalmente se cumplirán nuestros peores temores. Sin embargo, si intentamos integrar los cambios como algo normal, como una oportunidad de mejora y crecimiento, por mucho que nos cueste afrontarlos, nuestra actitud será diferente y conseguiremos afrontar la situación difícil, saliendo reforzados de la misma.

El momento actual es complicado, todo está cambiando, los empleos ya no son para toda la vida pero, con proactividad, acción y unos objetivos claros, esto puede ser una ventaja para acabar dedicándonos a lo que realmente nos gusta o nos motiva. ¿Lo has pensado de esta forma?

Quizá si no hubiera tenido que afrontar el momento del desempleo seguiría atrapada en un trabajo que no me llenaba y en el que no estaba realmente realizada. Al final, la necesidad se convirtió en oportunidad de lograr dedicarme a lo que me gusta y forjar mis propias oportunidades. Desde aquí os animo, por muy difícil que sea, a caminar por el lado optimista de la vida. Como siempre os digo, me ofrezco a ayudaros para ello. ¡Estoy segura que entre todos conseguiremos hacer algo grande!

¿Estás preparad@ para orientar tu actitud hacia el optimismo y ver los cambios como oportunidades?

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