Internet y las redes sociales nos ofrecen un mundo de oportunidades amplísimo que debemos saber gestionar para que no se conviertan en grandes amenazas. Si nos paramos a pensar durante sólo un rato en para qué usamos internet, nos daremos cuenta de que está instalado en nuestras rutinas tanto laborales como personales. Se ha convertido en algo indispensable para empresas y organismos, pero también para muchas personas, que lo usamos de modo tanto profesional como personal. Estudiando casos y viendo diferentes perfiles generacionales he llegado a algunas conclusiones que me gustaría compartir:
Expansión. Las redes sociales e internet son fundamentales cada vez en más aspectos de nuestra vida. No podemos cerrar los ojos a esta realidad. Vamos a tener que usarlo, hagámoslo del mejor modo posible.
Desinformación. Muchos problemas que surgen son fruto del desconocimiento de los canales así como de su correcto uso o posibilidades que nos ofrecen.
Exposición. Gracias a estas herramientas podemos ganar oportunidades pero también perderlas si no hacemos un uso adecuado. Debemos controlar en todo momento qué exponemos sobre nosotros en estos medios y la mejor opción no es que no haya información sobre nosotros, sino que esta sea la que queremos que aparezca.
Privacidad. El punto anterior lo podemos controlar a través de la privacidad, el conocimiento y uso de las herramientas disponibles para ello. Debo controlar qué está diciendo la red sobre mí porque también otros pueden volcar información. Una forma rápida de hacerlo es a través de una herramienta tan sencilla como una búsqueda en Google de nuestro nombre y apellidos.
Diferentes perfiles, diferentes usos. No podemos asumir que todas las personas hacemos el mismo uso de la red y perfiles sociales. Somos diferentes y eso se refleja en todos los aspectos. Sobre todo hay muchas diferencias en el uso a nivel, por ejemplo, generacional.
Casos reales
Oímos muchos casos de personas que han conseguido objetivos a través de su difusión en internet y redes sociales (publicar un libro, grabar un disco, conseguir un empleo
), pero también escuchamos la parte contraria, quienes se quedan fuera de un empleo u oportunidad por sus publicaciones o intervenciones desafortunadas en algún canal o red social.
¿Son diferentes herramientas las que usan? No, se trata de las mismas. Lo que es diferente es el uso que les damos. Se trata de canales en los que transmitimos opiniones de forma pública y en las que vertemos información que puede ser interpretada por quien la recibe. Hemos de tener en cuenta estos puntos y saber evaluar qué vamos a transmitir y cómo puede afectarnos, ahora o en el futuro.
Nos queda todavía mucho por andar al respecto y el camino que nos queda por recorrer pasa, sí o sí, por la formación. Formación para todos, tanto jóvenes como adultos. Mi conclusión sería, por tanto, que tenemos en la mano una herramienta potentísima que debemos saber utilizar y explotar pero, como todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
