Gracias a mi participación en las III jornadas Menores y Nuevas Tecnologías celebradas recientemente en Villena tuve la oportunidad de compartir impresiones y datos con padres y educadores sobre lo que nos preocupa a la hora del uso que hacen nuestros hijos o alumnos de las nuevas tecnologías, mayoritariamente internet y las redes sociales. Y este tema nos preocupa, y mucho, puesto que son herramientas muy potentes que han llegado con mucha fuerza y se han instalado en nuestro día a día. Lejos quedan ya las ideas que enfocaban las nuevas tecnologías y, sobre todo, las redes sociales como una moda pasajera. Éstas han llegado para quedarse y quienes educamos, debemos estar preparados para ello.
Algunas recomendaciones para estar preparados y mostrar pautas de uso a los más pequeños serían las siguientes:
Comienza por tu propia formación: Poco puedes enseñar de lo que no conoces. Lo primero es buscar información y formación sobre estos temas para saber manejar las redes y poner pautas en su uso. Si tu hijo o alumno sabe más que tú de estos temas, difícilmente vas a poder poner límites para preservar su seguridad.
Genera un ambiente de confianza: Comparte los momentos de uso de estas herramientas. Quizá lo veas difícil según la edad que tenga tu hijo, pero si nos acostumbramos a hacerlo desde pequeños, nos ayudará mucho. Para evitar que nos vean como enemigos o espías debes hacerlo desde la comunicación y el compromiso. Una buena técnica puede ser, incluso, firmar un compromiso de uso donde se reflejen los límites por ambas partes. Ahora, eso sí, recuerda que tú también has de cumplir las pautas que marques.
Pon límites: Debes limitar el uso que hacen los menores de estas tecnologías, sobre todo para evitar problemas que puedan aparecer en el futuro debido a su uso descontrolado o poco seguro. Desde limitar el acceso o el tiempo que se le dedican a estas redes, hasta definir momentos en los que no podemos estar conectados, como durante las comidas, por ejemplo.
Sé coherente: Los límites que marquemos también los hemos de cumplir nosotros. No podemos exigir algo que nosotros no respetamos.
Ayúdales a tener capacidad crítica: Por mucho que quieras no vas a poder estar siempre ahí para resolver los problemas que puedan surgir. Lo mejor que puedes hacer por ellos es dotarles de herramientas críticas y de decisión que les ayuden a tomar el camino más adecuado en cada momento.
Debate con otros: Compartir tus experiencias o dudas con otros padres y educadores puede ser de ayuda. Seguro que en algún momento ellos también han pasado por el problema al que te estás enfrentando en este momento. Conocer otras experiencias similares te ayudará a ver que no estás solo y también a detectar otras posibles soluciones que pueden funcionar. Si aún así no sabes cómo enfrentar el problema, no dudes en buscar ayuda.
Estas son sólo unas pequeñas recomendaciones que estoy segura de que te ayudarán. No olvides que lo más importante es saber que: No es controlar, es proteger.
