Relacionar redes sociales y privacidad es un tema complejo. Existen muchas opiniones al respecto que van desde el mayor de los miedos a entrar en estos canales por la posibilidad de perder nuestro derecho a la intimidad, hasta quienes airean cada uno de los pasos que dan, no dejando ningún espacio a la privacidad.
Es cierto que todos somos un poco exhibicionistas y, por supuesto, nos gusta ver qué hacen otros, a qué dedican su tiempo o cómo les va en el trabajo o su vida personal. No debemos olvidar que las redes sociales viven también de esto, de que somos seres sociales interesados por nuestros iguales.
No dejemos que el miedo nos paralice, es importante formar parte de las redes sociales y podemos cuidar nuestra privacidad en ellas, aunque si hay algo que no queremos que se sepa o que nos pueda perjudicar, es mejor que no lo compartamos en ninguno de estos canales. Esa es la premisa desde la que parto en este artículo.
Una vez dicho esto y teniendo en cuenta que las redes son un escaparate que puede beneficiarnos pero también perjudicarnos, siempre dependiendo del uso que hagamos de él, soy partidaria de, por supuesto, estar, pero no de cualquier forma. Si queremos saber dónde estamos y a qué atenernos debemos hacer algo que nadie hace normalmente, leer las condiciones de cada una de las redes en las que vamos a participar. Esta es la única forma de conocer qué puede ocurrir con nuestros contenidos.
Muchas personas y marcas piensan que si no participan en la conversación no se habla de ell@s pero, a pesar de ello, la conversación sigue existiendo. Aunque no estés en Facebook eso no significa que no hayan fotos tuyas en esta red social, quizá subidas por un amigo o por alguna cuenta corporativa de, por ejemplo, el restaurante en el que cenaste ayer. Que no estés no significa que no haya contenidos sobre ti. En mi opinión lo mejor es estar presente y poder controlar qué está apareciendo y qué imagen muestra sobre ti.
Una vez conocidas las reglas genéricas de la plataforma que vayas a usar, revisa tu privacidad concreta, gestiónala, edítala y márcala como tú desees. Muchas personas no saben qué están dejando ver a otros, teniendo contenidos públicos que puede ver cualquiera, aunque no sea tu amigo.
No estoy diciendo que lo escondas todo, pero puedes mostrar a quién quieras exactamente lo que quieres que esa persona vea. Puedes administrar los contenidos para conseguir que sean públicas tus actualizaciones más profesionales y que las personales sólo sean visibles para tus amigos, incluso para listas o personas específicas. Para ello, en Facebook, accede a la configuración de la privacidad o marca privacidad concreta de cada publicación. Hay personas que optan por varios perfiles en Facebook pero de esta forma no es necesario, ya que controlas en todo momento qué se está viendo a través del control de la privacidad.
¿Tienes claro quién ve tus contenidos en Facebook? ¿Realmente muestras lo que quieres que otros vean?
