Es en estos momentos en los que vemos tan cerca el nuevo año, es cuando nos decidimos a plantear nuevos objetivos personales y profesionales, definiendo aquellos deseos que nos gustaría cumplir en los próximos 365 días. Si analizamos lo que este año queremos llevar a cabo (seguro que ya lo has hecho), te darás cuenta que, año tras año, tus objetivos se parecen mucho.
A través de los siguientes puntos, te invito a reflexionar sobre ello:
1. Objetivos anteriores: ¿Recuerdas los objetivos que te planteaste en 2013? ¿Has cumplido alguno de ellos? Ahora piensa en los objetivos para 2014. ¿Hay alguno que no conseguiste el año pasado? Un buen punto de partida para conseguir lograr tus objetivos (¡este año Sí!) es analizar lo que te ha ocurrido en ocasiones anteriores. ¿Por qué no conseguiste lo que te proponías? ¿Pasaste a la acción o quedó sólo en una intención? ¿Qué falló para que no lograras tu meta? Estas preguntas pueden ayudarte a marcar la diferencia y, por fin, lograr aquello que tanto deseas.
2. Motivación: ¿Por qué deseas lograr un objetivo determinado? Para comenzar con la acción y el cambio (muchas veces lo que queremos modificar son hábitos que tenemos muy arraigados, como dejar de fumar o comer más sano) debemos de estar muy comprometidos con el objetivo a conseguir. Piensa quién te impone dicho objetivo, no es lo mismo que seas tú quien lo desee a que te venga impuesto desde fuera.
3. ¿Son tus objetivos Smart? Esta denominación nos ayuda a definir cómo han de definirse los objetivos para ser realmente operativos y consigamos cumplirlos. Estas iniciales corresponden con las siguientes características:
S= Específicos. De poco te sirven objetivos genéricos, has de aterrizarlos y concretarlos todo lo posible.
M= Medibles. Si no medimos resultados, difícilmente conoceremos si se ha conseguido el objetivo.
A= Realizable. Que sea algo que está en nuestra mano realizar.
R= Realistas. Si te propones algo inalcanzable esto sólo conseguirá que te desanimes y no sigas adelante.
T= Marca un plazo de Tiempo para conseguirlo. Este punto es importantísimo y es el que suele fallarnos año tras año. Si no defines un plazo para alcanzar tu objetivo, éste se acaba diluyendo y no nos ponemos en marcha nunca.
4. Poco a poco. Hace unos días estuve hablando con compañeros sobre este tema y estábamos de acuerdo sobre que no podemos afrontar un gran número de objetivos de una vez. En estas fechas, cuando nos planteamos los objetivos para el nuevo año, lo hacemos de una forma demasiado exigente. Marcar demasiados objetivos suele significar el abandono de los mismos. Empieza por algo, lo más importante, marca plazos y continúa por otros objetivos, uno tras otro.
5. Haz y mejora. Como os contaba en el anterior artículo, no te paralices analizando las mejores opciones. Comienza a actuar, toma acción y ve mejorando sobre la marcha. El deseo no basta, ahora toca actuar.
Ten en cuenta estos pequeños puntos y decídete a lograr lo que tanto deseas. No dudes que será complicado, pero con planificación y acción... ¡puedes lograrlo!
¡Feliz 2014 lleno de objetivos cumplidos!
