Música

Entrevista a Marcos Rubio, gerente de “Sufriendo & Gozando”, productora de Aupa Lumbreiras y Leyendas del Rock

Durante la primera quincena de agosto Villena albergará dos grandes festivales de música, Leyendas del Rock (días 8, 9 y 10) y Aupa Lumbreiras (15, 16 y 17), eventos que, merced a la firma de un convenio entre promotora y ayuntamiento, acogerá nuestra ciudad, al menos, hasta 2015. Hoy queremos conocer mejor a sus impulsores, y analizar qué puede suponer para nuestra ciudad ser sede de dichos conciertos.
¿Por qué “Sufriendo & Gozando”?
A principios de los 90 un grupo de amigos creamos el primer club de fans de Ñu. Dieron un concierto en Granada y fue uno de esos días duros: haces 300 kilómetros, el grupo actúa tardísimo y ese día no estuvieron especialmente brillantes… “¡Qué manera de padecer por la música!”, dijimos. Y de ahí viene el nombre, porque en eso consiste: trabajar muy duro, llevarte palos, y también gozar cuando un concierto sale bien y ves a la gente pletórica.

¿Quiénes sois, de dónde venís y a dónde vais?
Un grupo de amigos de Lorca y Murcia, con experiencia en este mundo –algunos vienen de la asociación Murcia Rock–, que comprobamos que tenías que moverte tú de manera underground si querías ver algo, porque de los medios tradicionales no se puede esperar nada. Así que empezamos poco a poco y hemos llegado hasta hoy. Está la parte organizadora, que es Sufriendo y Gozando, pero también Factor Q, que se dedica a la producción, la grabación… e incluso un representante internacional, que ahora está en Londres trabajando para cerrar grupos de cara al Leyendas del Rock 2014. De hecho, vamos a hacer algo totalmente novedoso en España: este 10 de agosto, último día del Leyendas, vamos a poner a la venta entradas para 2014 con grupos internacionales ya confirmados. En España eso es inconcebible, va todo a última hora, pero intentamos acercarnos al modo de funcionar europeo, que 9 meses antes ya está todo cerrado y a falta de 6 meses han vendido todas las entradas. Eso da mucha estabilidad para trabajar.

Por lo que yo he visto, más que una empresa sois una familia y un grupo de amigos…
Sí, porque nace todo en el ámbito familiar, y en los momentos de más trabajo nos juntamos entre 20 y 30. El resto del año estamos siempre los mismos, a los que nos une la amistad y el rock, no solo el interés monetario. Hay cosas que no se pueden pagar, como estar cualquier noche, a las tres, organizando entre varios por internet la logística, como alojar un grupo una noche en Biar, pero la siguiente en Elche porque cogen un avión; reserva todo, busca chofer, prepara la ruta para optimizar con otros viajes, y así durante meses hasta cuadrar más de 50 actuaciones en tres días…

Aquí se os conoce por los festivales, pero no paráis de organizar conciertos todo el año, alquiláis locales, tenéis estudio de grabación…
Sí, estamos en el mundo de la música siempre, aunque yo soy agricultor y matarife, me he criado en el campo y no quiero abandonarlo nunca, pero ahora me veo obligado a dedicar las 24 horas a esto. Hacemos también Rock Albox, en Almería; hemos gestionado casi 20 años un concurso en Murcia, el CreaJoven; durante 12 años hemos hecho el Lorca Rock, trayendo a Iron Maiden, Scorpions… pero seguimos como el primer día, sufriendo y gozando, porque antes, si querías ver conciertos, tenías que irte a Madrid o Barcelona, y ahora, con mucho trabajo, hemos conseguido traerlos a casa.

No todos consiguen hacer de su afición un modo de vida… ¿Cómo se consigue?
Cuando haces algo que te gusta, las cosas se consiguen casi sin darte cuenta. A Gay Mercader, el mayor promotor de España, el primero que trajo a los Rolling Stones, le preguntaron el secreto para mantenerse tantos años en el negocio, y respondió que el triunfo no se mide por los éxitos que has tenido, sino por las veces que te has caído y has vuelto a levantarte, porque el porcentaje de supervivencia en esta profesión es muy escaso. Y ese es el secreto, levantarse. Como no trabajamos por una motivación mercantil pura, si un año has perdido dinero pero el público ha disfrutado, para nosotros habrá sido positivo. Ya trabajaremos para intentar compensar esas pérdidas el año siguiente.

¿Puedes hacernos un breve resumen de la historia de los festivales?
El Aupa nació como tal en 1993, y luego ha tenido una progresión natural. Al principio era como más de pueblo, con 4 o 5 grupos, pero es que a principios de los 90 apenas había festivales. En Levante había conciertos en la mítica Villena Rock y poco más. Un festival con cuatro grupos, que ahora puede parecer nada, entonces era lo máximo, y desde entonces ha ido creciendo hasta hacerse adulto.

Mazarrón, Santiago de la Ribera, San Javier, Beniel, Puerto Lumbreras, Tobarra… ¿A qué se debe tanto cambio de sede?
Hay cambios motivados por el propio crecimiento del festival, y otros que no responden más que una estupidez, como en Puerto Lumbreras. Entonces evitamos contratar grupos a los que rodeaba cierta polémica, como Sociedad Alkoholika, pero a demanda del público trajimos a los italianos Banda Bassotti, que cantaban una canción en euskera, y la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que ya había perdido interés con S.A., la tomó con ellos. Entonces llegaron presiones desde arriba y un pueblo pequeño poco puede hacer ante eso, a lo que hay que unir que no vamos a tolerar cualquier acto de censura o que coarte la libertad de expresión.

¿Cómo surge la posibilidad de traerlos a Villena?
Llevábamos 4 años en Tobarra y todo iba bien hasta que surgió un problema con el jefe de la Policía Local. A veces sucede que un evento tan grande focaliza la atención. Entonces surgen las envidias –hay quien decía que el festival hacía sombra a la Semana Santa, cuando es algo totalmente diferente–. Y también el problema económico: ven que se mueve tanta gente que piensan que esto es una máquina de ganar dinero –no ven lo que hay detrás, el riesgo, el esfuerzo, el gasto…–, y alguno quería llevarse “su” porcentaje.

Tras dejar Tobarra recibimos peticiones de muchos pueblos, sobre todo de Albacete, que conocen bien lo que supone al tener tan cerca el ViñaRock, pero eran muy pequeños. Entonces recibimos una llamada de Villena, porque Ricky Menor (músico villenense de la banda Fuckop Family) habló con el concejal de Juventud, Pablo Juan Martínez, y éste se interesó en el festival con el objetivo de aumentar la oferta cultural para jóvenes. Me hizo mucha ilusión la llamada de Villena, porque aquí he competido a finales de los 80 en torneos de karate y también he sido asiduo del Villena Rock. Luego analizas, ves que es una ciudad grande, bien comunicada y con las infraestructuras necesarias para albergar un evento así. A nivel político, aunque tienen sus rifirrafes como en todas partes, aquí no existe esa “mentalidad de pueblo” que hemos encontrado en otros sitios.

¿Qué balance hacéis de vuestros primeros eventos en Villena?
Muy positivo. La segunda fiesta fue peor, acababa de pasar lo del Madrid Arena, ViñaRock ya había anunciado su cartel… y no salió tan bien, pero la primera fue un exitazo, colgando el cartel de no hay entradas. A nivel técnico, hemos conseguido un sonido bastante digno en la plaza. Respecto al ayuntamiento, la relación está bien, porque hay buena predisposición. Nos exigen el cumplimiento estricto de un plan de trabajo, pero eso es bueno, preferible a que te den un dineral de subvención y luego todo sean trabas burocráticas. Aunque hoy nadie te garantiza nada, tener un convenio a tres años te da una estabilidad para trabajar muy importante, y de hecho, Leyendas del Rock presenta este año el mejor cartel de su historia.

¿Qué implican estos festivales: cuánto se invierte, cuánta gente se contrata…?
Comenzamos llenando dos hoteles, ya llevamos cuatro completos y ahora trabajamos con otro en Elche, junto al aeropuerto, para gestionar todos los traslados internacionales. Eso solo para la organización. A nivel de público, sobre todo para el Leyendas, la demanda de alojamiento es exagerada, y no creo que queden ya muchas habitaciones libres en 30 o 40 kilómetros a la redonda. En cuanto a trabajadores, durante los festivales movilizamos a muchos, tanto de los “nuestros” como a externos–50 guardias de seguridad, técnicos extra, conductores…– o a través de subcontratas, como Telémaco, para la venta on-line de entradas, grúas, repostería, panadería, wc´s portátiles… todo lo que se puede contratar aquí, se contrata. También contratamos a grupos de Villena, y no por ser de aquí, sino porque tienen su peso y lo merecen. De hecho, Banda Jachís o Fuckop Family ya han tocado con nosotros antes de estar aquí.

¿Hay datos sobre el impacto de vuestros festivales en las ciudades sede?
Por nuestra facturación sabemos lo que se ingresa directamente en Villena a través de los servicios que contratamos nosotros, que no es poco. Este año, dos profesores de la UA van a hacer un estudio de impacto económico reglado y con todos sus protocolos. Así saldremos de dudas. Sí que te puedo decir que Leyendas del Rock tuvo un estudio así en 2009, y mientras que el Festival de Jazz de San Javier dejaba un gasto de 55 euros por persona y día, el Leyendas daba 106. Y hablamos de un dinero al margen del concierto, que no incluye ni la entrada ni lo que consumen dentro, solo el dinero que gastan fuera: el alojamiento, si van a un restaurante, si se toman dos cervezas… No hace falta ser economista para saber que si metes 10 o 15.000 personas tres días en una ciudad, por poco que quieran gastar, tienen que echar gasolina, comer, beber, ir a la farmacia…

¿Qué actuaciones destacarías este año?
En el Aupa son muy especiales los tres grupos americanos: los Misfits, unos históricos de los años 80; Marky Ramone es el único Ramone vivo, un icono mundial que pasea ese legado con la mayor dignidad por todo el planeta; y Hatebreed, punta de lanza del hardcore. A nivel nacional, otros iconos: Barricada, El Drogas, S.A., Reincidentes, Boikot, Narco… Asumimos repetirnos, pero es que no hay más oferta. Y es lo que pide el público.

En el Leyendas, que está más enfocado a bandas internacionales, hay más juego. Hablamos de Testament, el “hermano pequeño” de Metallica; Doro, la reina del heavy metal; Accept, que en Alemania están mano a mano con Scorpions; Venom, los creadores del metal oscuro, que vienen a España por primera vez. A nivel nacional, el grupo español más en forma, Warcry, que además estrenarán disco en Villena y lo pondrán a la venta aquí en exclusiva. O Distorsion, que van a grabar en directo aquí… Es muy satisfactorio ver que hay grupos que piensan en nuestros festivales para sus momentos más especiales.

A nivel de infraestructuras, este año hay notables mejoras. ¿Tendremos sorpresas en 2014 y 2015?
Con el traslado al polideportivo damos un salto cualitativo increíble. Entras y es un oasis en medio del desierto, con árboles, césped, piscina (que permitirá al ayuntamiento amortizar la inversión que ha hecho en la zona de acampada). Si sale todo bien, apostaremos por mejorar la zona de acampada el año que viene, lo que no quiere decir que no haya mejoras este año, como los módulos de consignas donde puedas guardar tus cosas y cargar el móvil. También hemos incorporado puntos de reciclaje: el 95% de los residuos que se generan en el concierto son vasos de plástico, así que el público, por cada 25 vasos que lleve al punto, recibirá un par de monedas del festival que puede usar en comida o bebida. Cuando finalicen los festivales, repondremos el césped y la tierra batida y se hará una auditoria previa y posterior para sustituir cualquier cosa que se pueda dañar con cargo a la fianza depositada.

¿Os gustaría seguir en Villena más allá de 2015?
Por supuesto. Es un buen sitio, te sabes de memoria donde va el montaje y es todo más fácil, además de garantizar una estabilidad que siempre es positiva, independientemente de la situación política de la ciudad, porque esto es un festival de música, no un mitin.

¿Quieres añadir algo antes de terminar?
A la gente de Villena le pediría que reciba a los asistentes con los brazos abiertos, porque el público de rock es muy agradecido, y ya tenemos confirmada la asistencia de rusos, alemanes, holandeses, belgas y gente de toda España. Y a las personas que no son seguidoras de esta música, les invito a asistir a la fiesta de presentación, el jueves 8 de agosto, totalmente gratuita. Disfrutarán de varios grupos, entre ellos Medina Azahara y Mojinos Escozíos, que son para toda la familia, y podrán ver nuestro montaje, que va a ser un espectáculo. Aquello no son cuatro locos saltando y un castillo hinchable, sino el resultado de muchos meses de trabajo: dos escenarios enormes con una iluminación y un sonido excelente, las líneas de barra y comida, 30 tiendas de artesanía, un puesto de camisetas enorme y un espectáculo de primer nivel… Que puedan decir al salir: “¡Mira, me sigue sin gustar el rock, pero esto no está nada mal!”.

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