Entrevista a Pilar Úbeda Bravo, primera presidenta del Consejo de la Juventud de Villena

El pasado 23 de octubre se constituyó el Consejo de la Juventud de Villena (CJV), órgano cuyo fin es impulsar la participación de los jóvenes en el desarrollo social, político, económico y cultural de nuestra ciudad. Este Consejo pretende representar a los jóvenes de Villena mediante la unión de todas las asociaciones juveniles, además de ser el interlocutor ante la administración y las instituciones públicas y privadas en materia de juventud. María Pilar Úbeda Bravo fue elegida primera presidenta del CJV, cargo que desempeñará los próximos años.
¿Qué es el CJV? ¿Es el órgano que la juventud de Villena necesita?
El CJV surge con la iniciativa de unir a varias asociaciones juveniles de Villena para poner en común las funciones de cada una y saber qué necesidades cubrimos, cuáles se quedan fuera y qué recursos usamos entre todas. La idea es poder promover nuestros recursos, encontrarnos y ejercer como un grupo de presión a la hora de pedir cosas, especialmente al ayuntamiento. En Villena hay un tejido asociativo muy rico y hay muchas asociaciones que no pueden llevar a cabo muchas actividades por problemas de convenios o porque no tienen suficiente fuerza. El CJV es el inicio de un trabajo en común necesario entre varias asociaciones, cada una con objetivos distintos.

¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Ha tenido algo que ver el cambio de gobierno?
No. Otros años ya surgió la idea de crear el CJV pero no funcionó del todo. El Centro Juvenil Don Bosco también quiso avanzar en este proyecto pero nunca había llegado a nada y poco antes de las elecciones nos pusimos en contacto varias asociaciones. Una vez que tuvimos la primera toma de contacto y decidimos que lo queríamos formar, faltaba muy poco para la campaña electoral y vimos que era un arma de doble filo. El hecho de que creáramos el Consejo podía usarse de forma política por uno u otro grupo, así que decidimos esperar y continuar el trabajo después de las elecciones.

Precisamente una de las premisas es que el Consejo fuera apolítico, ¿no es así?
Si, en todo momento tuvimos claro que el CJV era un grupo apolítico y aconfesional en el que tienen derecho a participar las asociaciones juveniles políticas pero sin que se convierta en un órgano político, como había pasado en otros Consejos. El Estatuto regula la presencia de estas asociaciones políticas, ya que no puede ostentar la presidencia nadie que pertenezca a ellas ni que esté afiliado a un partido. Las asociaciones políticas han aceptado muy bien estas limitaciones e incluso han colaborado para que pueda ser así.

¿Cómo funcionáis internamente? ¿Puedes explicarnos qué es la Comisión Permanente?
Para evitar que todas las decisiones recaigan sobre la Junta Directiva, que la forman cuatro miembros que representan a cuatro asociaciones, se ha creado una Comisión Permanente que se reúne como mínimo cada dos meses y en la que se votan todas las decisiones. Esta Comisión sigue la estructura de compromisarios: todas las asociaciones tienen un representante, pero cada 200 socios puedes solicitar otro compromisario, porque no nos parecía justo que tuvieran el mismo poder asociaciones de 4 socios que de 400. La Directiva prepara semanalmente el trabajo, la Comisión Permanente toma las decisiones y una vez al año, en la Asamblea General, se votan las decisiones más importantes, con cuatro votos por asociación.

¿Qué referentes tiene para su funcionamiento este CJV?
En julio vino la presidenta del Consejo de la Juventud de la Comunidad Valenciana para explicarnos el funcionamiento de los consejos, darnos ideas, los pasos que teníamos que dar… y nos facilitaron mucho el trabajo para darnos de alta. Además, nos reunimos con miembros del anterior CJV que hubo en Villena hace años, como Andrés Leal o Juan Cigarro, que nos explicaron por qué en aquel momento no llegó a funcionar. Su primer problema fue que se politizó y mucha gente estaba afiliada a algún partido. El segundo fue que el Consejo adquirió demasiadas responsabilidades y actividades propias. Si a una asociación de por sí le cuesta llevar el ritmo de trabajo, si le sumas el del Consejo se sobrecarga. En este nuevo CJV hemos intentado evitar estas dos premisas e intentaremos no sobrecargarnos de actividades propias porque para eso ya están todas las asociaciones que forman el Consejo.

¿Qué funciones adquiere entonces el CJV?
Somos un medio de comunicación y un punto de información. Nosotros representamos a las asociaciones que pertenecen al Consejo de la Juventud, pero queremos tener las voces de más gente joven que no sabe dónde ir para que la representen. Para formar parte del CJV es necesario ser miembro de una asociación, pero si por ejemplo surgiera un grupo de chicos a los que les gusta el skate y quieren reivindicar que les dejen una explanada, desde el Consejo se les puede aconsejar constituirse como asociación y de esta forma involucrarse y participar activamente. Queremos tener en cuenta a toda la gente joven de Villena.

El CJV lo conforman jóvenes muy diferentes. ¿Existe algún denominador común entre vosotros? ¿Hay buen entendimiento?
El denominador es trabajar juntos para alcanzar un objetivo común. El Consejo lo formamos asociaciones muy diversas, pero se ha creado un ambiente muy bueno, con ganas de trabajar por parte de todos. Entre nosotros hay gente que entiende más de unas cosas que de otras y nos apoyamos mutuamente. Ahora que ya nos hemos constituido, queremos elaborar el proyecto que defina hacia dónde queremos ir, pero la idea es ir poco a poco y no abarcar demasiado para no quemarnos.

¿Pretendéis hacer frente a la falta de ocio juvenil?
Como no tenemos demasiados recursos, la opción es estudiar qué ofrecemos cada asociación para no superponer nuestro trabajo. Plantear a qué se dedica cada una y en qué podemos incidir para mejorar la oferta de ocio en Villena y atender al máximo público posible, optimizando los recursos.

La sede del CJV estará en el futuro Centro Joven. ¿Sólo será el espacio donde reuniros o tomaréis parte activa en la gestión del Centro?
Todavía no se sabe realmente cómo va a funcionar el Centro. El concejal de Juventud nos confirmó que tendríamos un despacho oficial para poder empezar a trabajar, guardar documentación oficial, ponernos en contacto… pero no sabemos aún cuándo estará disponible.

Como presidenta, ¿qué compromisos y responsabilidades has adoptado?
Como presidenta, represento al Consejo de la Juventud. Las decisiones se toman de forma democrática pero existe el voto ponderado, que también es importante, y sobre todo trabajo organizando y preparando las reuniones, contactando con todos los miembros…

Ahora eres representante de Cruz Roja, pero antes has formado parte del Centro Juvenil Don Bosco. ¿Crees que la fórmula de éxito absoluto que tiene el Centro como alternativa de ocio infantil y juvenil puede ser aplicada en parte al CJV?
A lo mejor aquí barro un poco para casa, pero veo la presencia del Centro Juvenil muy positiva sobre todo a nivel gubernamental y burocrático porque es de las asociaciones que más se mueven, y a la hora de poner en marcha el CJV, Javier Román, presidente del Juvenil, ha ayudado muchísimo. El Centro Juvenil tiene tal nivel de funcionamiento que no han entrado a formar parte de la Junta Directiva del Consejo. También han visto necesario que otras asociaciones que están en auge crezcan y tomen responsabilidades.

A nivel de funcionamiento el Centro Juvenil Don Bosco es un referente, pues cada fin de semana pasan por allí unas 450 personas entre voluntarios y chavales, y el voluntariado está muy involucrado en la asociación. El Centro Juvenil puede ayudar y aconsejar a otras asociaciones, porque además hay que tener en cuenta que por mucho que vayan 400 niños al Centro, en Villena hay mucha más gente que se queda fuera de esta oferta o a la que no le gusta el Centro Juvenil. Parte de nuestro trabajo es poder ver dónde falla y dónde podemos trabajar mejor.