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Entrevista con el director de Forte Hormigones Tecnológicos

El director general de Forte Hormigones Tecnológicos, ha recibido al Periódico de Villena, para dar a conocer a nuestros lectores algunos de los aspectos más significativos de la nueva andadura de la empresa tras la compra de la misma por dos gestoras de fondos. José Miguel Gil también ha hecho referencia a la futura gestión empresarial después de adquirir la factoría Pronave de Yecla.
Las empresas que compraron a la familia Forte el 19 de julio de 2005 sus factorías fueron una española –QUALITAS EQUITY PARTNERS- y otra de origen suizo -LOHD PRIVATE EQUITY–, ambas gestoras de fondos de capital riesgo. Ambas habían comenzado, hace un año y medio, su andadura por el mundo del prefabricado después de conocer el sector y comprar la empresa de azulejos Azuvi; desde entonces se dieron cuenta que el mercado del prefabricado en España tenía posibilidades serias de crecimiento y era un mercado interesante. Decidieron después la compra de Forte, por su tamaño y productos en fabricación, complementado con la experiencia del equipo directivo, así como por la situación geográfica de sus factorías –cuatro de ellas en la Comunidad Valenciana (una en Castellón, una en Alicante capital, otra en Orihuela), con la de Villena que es donde se centraliza la gestión de todas, incluidas las de Chinchilla y Mérida–. Se espera que, en un plazo de 7 años aproximadamente, la empresa tome el liderazgo en el mercado nacional del prefabricado, para ello la semana pasada se cerró la compra de la murciana Pronave y la empresa tiene previstas nuevas adquisiciones para los próximos meses para cubrir sus objetivos. La idea es que Forte sea el número uno en el mercado nacional.

Sobre las metas continuó hablando José Miguel Gil, añadiendo que si en el año pasado entre las dos empresas (Forte y Pronave), se había facturado unos 80 millones de euros, se pretende incrementar la facturación hasta llegar, en el menor tiempo posible, a los 90 millones de euros; aproximadamente un 11% más para el próximo año. Y todo ello con el soporte humano de los 400 empleados que actualmente trabajan en las dos empresas. “El objetivo a largo plazo es superar los 200 millones de euros de facturación, que es una pequeña parte dentro de los 3.500 millones que se facturan en España, en el sector de prefabricados”, contestó a nuestra pregunta sobre liderar el mercado nacional. Por tanto, el objetivo es crecer y mejorar, “porque este es uno de los mercados más difíciles, que yo he conocido en mi trayectoria profesional como economista; esta muy atomizado, hay que tener en cuenta que existen en España 1.000 empresas, aproximadamente 30 plantas por provincia y de ellas 15 ó 20 son verdaderamente importantes, destacando la potencia en el sector tanto de proveedores como clientes de las diferentes plantas, compañías de cemento y constructoras”.

El director general ha destacado el inicio de las exportaciones que se han empezado a realizar, sobre todo a Francia y al Lejano Oriente, haciendo referencia al gran peso de los productos enviados, sobre todo por su composición. Para finalizar, José Miguel Gil ha hecho un rápido repaso a la actualidad nacional en el tema de la construcción destacando que, desde 1998, año en el que él comenzó en el sector siempre ha estado oyendo que “la burbuja inmobiliaria acababa ese mismo año”. De hecho, sí se puede constatar una pequeña recesión en los últimos meses en el sector de la construcción, lo cual no significa que sea el principio del fin, a pesar de haber aumentado los tipos de interés en el último trimestre.

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