Eres joven y bonita y te has atrevido a venir sola a mi casa

Bueno, pues ya que veo que eres una joven bonita y con estilo, con un nivel de formación claramente envidiable y de mentalidad abierta y desprejuiciada, y que te has atrevido a venir conmigo a mi casa, este magnífico ático en la calle Corredera provisto de las más sofisticadas medidas de seguridad para que nadie indeseado pueda entrar o salir de él, te voy a enseñar y a proponer cosas que estoy seguro de que no olvidarás mientras vivas.
Cosas que no se pueden enseñar y proponer a cualquiera, cosas que no están al alcance de cualquier mentalidad. Porque el asunto es fácilmente interpretable como algo verdaderamente raro y vergonzoso, o peligroso y enfermizo. Yo creo que el asunto hay que verlo como un progreso en la conducta y el gusto, intentando ver más allá de las simples apariencias, porque, y estarás de acuerdo conmigo, las conductas hoy legalmente aceptadas eran el camino a la cárcel (o lugares peores) hace pocos decenios. Pero por tu acertada inclinación de cabeza entiendo que estás deseando saber de qué se trata, ¿verdad? ¡Ay! La curiosidad, esa amiga del progreso social e individual, que ha traído tanto bien a la humanidad y tanta desgracia a los pioneros. Porque aunque me veas de edad avanzada y con este aspecto de dibujo borrado y rehecho cien veces, yo también me siento una persona de mentalidad abierta y desprejuiciada, y un pionero en cierto modo. Aunque sé que no soy el único, que hay más como yo, quizá una invisible minoría que como yo satisfacen sus más profundos deseos en una intimidad opaca. Pero de puertas afuera, aquí, en esta ciudad rebosante de mal gusto y peligrosas inclinaciones antediluvianas, solo soy un hombre mayor y de activa y demostrada vida cultural que enviudó desgraciadamente hace unos lustros, un respetable pilar de la sociedad, otra estatua enmoheciéndose en un museo carente de interés ni futuro. Pero voy a dejar de lamentarme, ¿no? Porque estás aquí, porque eres inteligente y confiada y tienes una figura envidiable y has venido. Ven, querida, sígueme a una habitación secreta que tengo especialmente preparada para consumar mi verdadera pasión, a la que estoy seguro de que no podrás negarte. Porque veo en tus ojos que estás abierta a nuevas y excitantes experiencias. Mira, aquí está la puerta, detrás de esta magnífica librería que se aparta con un complejo y caro mecanismo. No temas nada, solo quiero que cierres los ojos unos segundos para que el momento sea más memorable. Yo me voy a situar detrás de ti, sigilosamente, para no limitar la gloriosa perspectiva. Sitúate aquí, espera un instante, se abre la librería, enciendo la luz, y sí, ahora, ya.
- ¡¡¡¿…?!!!
- Lacroix, Hobeika, Chanel, Sirop, Givenchy, Millet, Dior, Margiela, De La Renta, Saint Laurent, Valerie Hash, Versace… Más de trescientos modelos exclusivos y únicos que estoy deseando que nos probemos juntas, cariño. Ya veo que el impacto ha sobrepasado tus expectativas. Ven, quiero que seamos amigas, porque los hombres que he amado nunca han estado a mi alcance ni me hubieran comprendido, y estoy harto de estar sola, harto y sola y cansado, y necesito una amiga, sin relación carnal, con la que compartir este tesoro, y que me diga que todavía soy guapa, todavía.