Errores de conductores experimentados
Recuerden que su comportamiento en la carretera no sólo les afecta a ustedes, sino también a la seguridad de los demás
Ningún conductor puede prescindir de los errores. Sin embargo, hay casos en los que los errores no se cometen por accidente, sino deliberadamente. El conductor los comete deliberadamente, porque no los considera errores. Esto distingue a los conductores experimentados de los principiantes. Al fin y al cabo, a un principiante se le puede ver desde lejos: se mueve despacio, muy concentrado, puede agarrar el volante hasta que le duelan los nudillos. Los conductores con experiencia, o como se les llama «shumacher» se creen los «reyes de la carretera», pero también pueden cometer errores. Los expertos https://avtopro.es/ se los contarán en este artículo.
Pasar por un «policía mentiroso»
Todo el mundo conoce una gran forma que puede hacer que el conductor reduzca la velocidad. Se trata de la presencia de un «policía mentiroso» en un determinado tramo de la carretera. Pero algunos servicios de carreteras lo realizan sin ningún respeto por las normas, y no es más que un tobogán de asfalto. Superar este tramo de la carretera con un pequeño espacio libre es bastante difícil. Pero hay algunas reglas.
Al pasar por encima de un «policía tumbado», debes utilizar un método: reducir la velocidad bajando el pedal del freno ante el obstáculo, descargando la parte delantera del vehículo. Si el «policía» no ocupa todo el carril, puedes tirar hacia la derecha o hacia la izquierda, haciendo rodar una de las ruedas sobre una superficie plana. Pero algunos conductores «experimentados» tratan de forzar este obstáculo en ángulo. Hay un sentido en tal maniobra, porque si se cruza el «policía» no a través, como a lo largo, el ángulo de inclinación de esta sección se reducirá a casi cero.
Pero aún así, en teoría, no hay ningún sentido especial en esta trayectoria. El coche debe moverse en su propio carril, y el ángulo de desviación de la recta puede ser de fuerza 10 grados. La suspensión no se aligera, y la carrocería está sometida a una torsión adicional.
Superar los 19 kilómetros por hora.
Hay una norma de circulación que gusta a todo el mundo. Esta norma consiste en que sólo serás sancionado por conducir rápido si superas en 20 km/h la velocidad permitida. Los conductores se alegran y empiezan a añadir condicionalmente 15 km/h a la velocidad permitida. Y algunos conductores experimentados permiten incluso rebasar los 19-20 km/h.
El deseo de conducir rápido y al mismo tiempo no infringir las normas, obviamente, agrada a muchos conductores. Pero ni siquiera los profesionales quieren pensar en el hecho de que en realidad se trata de una infracción de tráfico. Pero si ocurre un accidente y hay una vista judicial, constará que circulabas a 19 km/h más de la velocidad permitida, la balanza se inclinará a tu favor.
Transmisión automática en «punto muerto
Muchos conductores con experiencia, después de haber pasado a la caja automática de la mecánica cometen un error primitivo. El deseo en cada semáforo para mover el selector de la posición D a «neutral» o «aparcamiento». En la caja mecánica era necesario hacerlo, no pararse con el embrague pisado. Pero la caja automática no lo necesita.
Batería y faros
Cuando hace frío, los conductores experimentados suelen encender los faros antes de arrancar el motor. El objetivo principal es calentar la batería antes de suministrar la corriente de arranque. Pero hacer esto es absolutamente innecesario. Aunque anteriormente esta técnica sí estaba descrita en la literatura. Investigaciones recientes han demostrado que no es necesaria.
Los errores en la carretera forman parte de la experiencia de cualquier conductor, ya sea novel o profesional. Sin embargo, las acciones deliberadas que van en contra de la lógica y el sentido común pueden acarrear graves consecuencias. Hacer caso omiso de las normas del vehículo o de tráfico, como en el caso de los «policías mentirosos», conducir con exceso de velocidad o manejar mal la caja de cambios y la batería, puede acabar afectando a la seguridad de la conducción y a la vida útil del vehículo.
Incluso los conductores experimentados deben recordar que ser un maestro al volante no sólo consiste en tener confianza en sus habilidades, sino también en respetar las normas de circulación, a los demás usuarios de la carretera y el estado técnico del coche. Y cuanto más atento esté un conductor a estos aspectos, menos posibilidades tendrá de cometer errores y de tener problemas en la carretera.
Sean conductores responsables: respeten las normas, cuiden su coche y recuerden que su comportamiento en la carretera no sólo les afecta a ustedes, sino también a la seguridad de los demás.