En el anterior capítulo recordamos todo lo que aconteció para que se produjese el alumbramiento del pasodoble oficial de la Comparsa Bando Marroquí. En esta nueva entrega conoceremos una de las anécdotas más curiosas y recordadas en relación al pasodoble. Anécdota que tiene por razón de ser
la letra misma del pasodoble, obra de un mítico Arrastrao llamado D. Antonio García Cervera Penicilina.
Como ya dijimos, a la hora de realizar el pasodoble los villeneros marroquíes le dieron total libertad al maestro valenciano. D. Rafael lo agradeció, pero como desconocía totalmente a la Comparsa Bando Marroquí y las Fiestas de Villena en general recordemos que era valenciano, les indicó a los villeneros que le presentasen un pequeño escrito con las particularidades y la forma de ser de la Comparsa. La Directiva marroquí, encabezada por Juan Hernández Camarasa Conejo, le pasó el testigo al Penicilina para que preparase unas líneas sobre la idiosincrasia de la Comparsa. Y éste, puestos en harina
¡preparó la letra entera del pasodoble que todavía no se había compuesto! Dicen los entendidos que lo primero que se hace a la hora de componer una pieza musical es la música, y luego la letra, salvo que el Maestro sea un doctorado. D. Rafael, que de doctor en música tenía mucho ya conoceremos en la próxima entrega su vida y obra, aceptó el envite y le hizo la música a la letra del Penicilina, pasando de esa forma a ser la letra oficial del pasodoble oficial. Desde mi punto de vista y desde el de otros investigadores festeros, D. Antonio hizo un trabajo excelente porque sobre los Arrastraos y su forma de ser, su idiosincrasia a fin de cuentas, en tan pocas líneas no se puede decir ni pedir más.
Pero ¿quién era D. Antonio García Cervera Penicilina, el autor de la letra del pasodoble Los Marruecos? D. Antonio nació en Villena en 1917 en la calle Palomar, y murió el 17 de marzo de 1979, a la temprana edad de 62 años. De su boda con Josefina Espinosa Ayelo, nacieron seis hijos: Fernando, Blas Joaquín, Toni, Pedro, Roberto y Blas.
El Penicilina trabajaba montando molinos de viento en La Industrial Molinera, así como de Inspector en La Previsora, una conocida Compañía de Seguros de la época. Pese a no existir listados concretamente de 1931 a 1936 que confirmen su pertenencia a la Comparsa antes de la Guerra Civil de 1936, por los comentarios de su hijo Pedro sabemos que ya era Arrastrao en los años inmediatamente anteriores a 1936. Era el más joven de la cuadrilla de Juan Conejo -El Ruso, El Hortelano, Caracoles, El Cano, etc. Fue Directivo con Conejo, así como Capitán probablemente entre 1931 y 1935 y Alférez en 1959.
Antonio era un hombre totalmente desprendido y altruista hasta extremos difícilmente comprensibles, y solía ofrendar a su Comparsa todo aquello que tenía. Así y sin venir a cuento, muchas capitanías se hicieron sin ser él capitán o alférez, por su obra y gracia, en la actual Plaza de los Hermanos Sánchez Griñán, justo delante de la casa de la villenera comparsa de los Marinos Corsarios, antiguos Marineros de gratísimo recuerdo. Al ser capitanía, era el lugar de reunión de la Comparsa para almuerzos, comidas, cenas y solaz regocijo del personal festero y civil de la zona. A la hora de las viandas, más bien escasas durante aquellos años, se montaba una barraca con cañizo, dos mesas y cuatro sillas de madera, se sacaban los típicos agrios con olivas, pimientos, zanahorias y cebollas, vino en abundancia y cada Arrastrao o paisano, como mandaba la santa y sabia tradición de la época, con su rancho de sobaquillo.
Su contribución personalísima al asunto del pasodoble Los Marruecos, como ya hemos comentado, fue la letra del mismo... ¡qué no es poco! Si bien le encargaron unas breves líneas, su pundonor festero y marroquí lo llevaron a escribir la letra completa del pasodoble. La Directiva le encargó un trabajo, él hizo su trabajo y lo hizo realmente bien porque toca todos los palos y colores de la comparsa, en muy pocas líneas.
José Vicente Arnedo Lázaro
Cronista e Investigador Histórico-Museo Bando Marroquí
