Está muy bien que la iluminación navideña ahorre energía, pero…
Polémicas sobre la adjudicación de la instalación al margen, lo cierto es que uno de los grandes aciertos de la iluminación y decoración navideña contratada por el ayuntamiento este año es su escaso consumo energético, como bien se han encargado de recordar los responsables municipales.
De hecho, las microlamparas que alumbran cada una de las guirnaldas suponen una contratación de 30 KW, y no 300 como ocurría con la iluminación instalada tradicionalmente, lo que supone un ahorro de energía del 90%. En términos económicos, ello supone gastar unos 700 euros menos, y en términos ecológicos tanto que se habla del cambio climático, en la práctica, supone contaminar menos. Y hasta aquí, todo perfecto.
El problema es que ha debido existir algún desajuste en la programación de la iluminación habitual de nuestras calles, porque desde hace un par de días observamos cómo, a mitad de mañana, y a plena luz del día, las farolas del centro de la ciudad se encuentran encendidas. Ignoramos la causa de este hecho, así como el consumo energético que acarrea dicha equivocación, pero sí es cierto que debería corregirse cuanto antes, ya que no queda muy bien hablar de ahorro energético por un lado mientras se despilfarra por otro.
Nota de Redacción: Puestos al habla con el edil de Obras y Servicios, Juan Francisco Richart, éste ha señalado que las luces se encuentran encendidas para comprobar su correcto funcionamiento y localizar aquellas que estén fundidas o no funcionen correctamente. Destacamos igualmente que, una media hora después de publicarse este artículo, las farolas de Joaquín Mª López han sido apagadas.