¿Estarán seguros?
Cada vez mas, será por los años, me doy cuenta de que la capacidad de sorprenderme va en aumento. Y no me apetece que siga desarrollándose, si la mayor parte va a ser de cabreo. La última a mi parecer no tiene desperdicio, y en contraposición, para otros será muy divertida. Es la decisión de los concejales digamos
no adscritos (hemos de mantener las formas siempre, ¡eh Adela!) de formar un nuevo partido. Y no me importa el nombre, sino el motivo de tal parto, o engendro, en mi modesta opinión. Y sus consecuencias.
Parece, eso dan a entender al menos para mí, que con su decisión no están pensando en pasar pagina y dejar a Celia y a la política por otras ocupaciones más gratificantes. Una vez que se conoció que Celia encabezaría la candidatura municipal del PP a la Alcaldía, ya tiene un contrincante en su teórico espacio electoral. Este neonato partido aventuro que se presenta en sociedad desde aspectos poco ¿edificantes? Ponga Ud. paciente lector los adjetivos que considere oportunos, si acaso cree que los hay. Yo pienso que sí, aunque por respeto a mis cinco concejales (les llamo míos porque les voté) no lo transcribiré al papel, porque también yo he de guardar las formas.
El poder no solo desgasta, sino que también atrae. Creo que si de verdad quisieran terminar con el que denominan, autoritarismo de Celia, deberían mostrar el camino a seguir, el del dialogo y los pactos para logar la gobernabilidad de un Ayuntamiento que afirman que no la tiene. Y son incapaces de presentar una Moción de Censura contra el poder absoluto de la Soberana. Pero sí son capaces de crear un partido. ¿Para qué? Yo se lo diré. Para dividir al electorado. A ese electorado fiel que les dimos hace ya casi 4 años lo que nos solicitaron, y de verdad que fuimos muy generosos, una mayoría suficiente para gobernar. Ahora creáis un partido de ¿qué ideología? ¿Con qué proyección? Yo creo que los partidos de ámbito local, aparte de ser muy voluntariosos, nacen con sus posibilidades muy limitadas. Me lo dice mi experiencia. AIV, UPRA, LID, e II, son apenas cuatro episodios locales que corroboran lo que afirmo.
En 1990, el PP de Villena contaba con siete concejales. Por un quítame esa pajas, una cuestión de quien encabezaba la lista, se produjo una crisis que terminó con el nacimiento de la A.I.V. (Agrupación Independiente de Villena) escindida del PP y que también se presento a las elecciones de 1991. El resultado fue magnífico para la AIV, cuatro concejales partiendo de cero con apenas muy poco tiempo. Dobló al PP, que partía con siete y cuyos únicos dos concejales fuimos María José García Herrero y yo. Cada uno obtuvimos los votos que el electorado quiso darnos, ellos más, nosotros menos. Creo que a nosotros se nos castigó. Y he querido pensar que aquellos concejales de la A.I.V., cuando terminaron su devenir político, volvieron a votar al PP. Paradojas de la vida, y lo digo sin acritud, ya que alguno de ellos es muy buen amigo mío. Aquello lo recuerdo sin profusión de detalles. Pero lo que sí tardó mucho tiempo en írseme de la cabeza fue la sonrisa que continuamente veía en los rostros de mis compañeros los concejales socialistas. Gobernaron 4 años con mayoría absoluta y sin atisbo de concejales No Adscritos. ¡Igualito que ahora! Gobernaron cogiendo el fruto de nuestros errores.