Este estúpido mundo tan serio
Abandonad toda esperanza, salmo 49º
Muy pocas veces se asiste a la sensación inmediata de estar viendo una maravilla de película, una joya del séptimo arte, un trabajo que crees que perdurará en el tiempo, que se seguirá viendo, y que podría ser considerado algún día como una verdadera obra maestra. Eso es lo que ocurre con Desayuno en Plutón, de Neil Jordan.
La película, basada en la novela de Patrick McCabe (que escribe el guión con el director, e incluso realiza un cameo en la cinta), es un verdadero milagro: una historia cruel y divertida, con una frescura arrebatadora y unos personajes (desde el protagonista hasta el último secundario) memorables.
En ella, el actor Cillian Murphy lleva a cabo un salto sin red, en un trabajo que debería ponerlo en primera fila de los intérpretes más solicitados. Si ya convenció en Batman begins, donde su presencia era uno de los elementos más gratificantes en una cinta ya de por sí casi redonda, su interpretación de Patrick Gatita Braden se graba a fuego en la memoria del espectador.
Y es que Desayuno en Plutón es una película que en manos más torpes podría caer en el más grande de los ridículos: la historia, que arranca en la Irlanda de 1958, es la de un chico que quería ser una chica, y que emprende la búsqueda de su madre, que lo abandonó siendo niño, con el conflicto en Irlanda del Norte como telón de fondo. Pero el realizador Neil Jordan, que ya adaptó una novela de McCabe en The butcher boy, pone toda la carne en el asador y, rodeado de un equipo de intérpretes habituales (Liam Neeson, Stephen Rea, Brendan Gleeson), da forma a esta melancólica historia acerca de un conflicto de identidad sexual como metáfora de otro de identidad política: una chica atrapada en el cuerpo de un hombre, atrapado a su vez en un país en guerra continua; una persona que nunca deja de sonreír para con su sonrisa ocultar las lágrimas que en ella provoca este estúpido mundo tan serio.
Como les decía, una joya imprescindible, lo mejor que se puede ver en la cartelera actual. Eso sí: de ella disfrutarán los que vayan a verla sin prejuicio alguno, dejándose llevar por unos prestidigitadores McCabe, Jordan, Murphy tan espléndidos como el encarnado en la cinta por Stephen Rea, unos fabuladores dignos de todos los elogios, a través de una historia en treinta y seis breves capítulos donde los hombres se trasvisten, los curas se acuestan con sus criadas y los pájaros saben quién es Mitzi Gaynor.
Desayuno en Plutón se proyecta en cines de toda España.