Estética para el pueblo
Como en un apaño de guionistas desvergonzados cuya artimaña resultara sorprendentemente efectiva, a día de hoy vemos con absoluta normalidad a una señora de rubios cabellos sentada allí donde hace días estaba un voluminoso señor de pelo cano. Así de natural resulta toparse con la foto de la Sra. Castedo en la prensa provincial, tan natural como si hubiera sido ella la que año y medio atrás se hubiera presentado a la alcaldía de Alicante. Siendo así no resulta extraño que se reciba con naturalidad su propuesta para crear una Concejalía de Estética Urbana en su ayuntamiento. Y ahí es donde me gustaría pensar en la palabra estética como el concepto que une las formas y el pensamiento, la plástica y la filosofía.
La propuesta, si han paseado últimamente por las sucias, viejas y malolientes calles de Alicante, no es descabellada. La propuesta resulta además curiosa si recordamos la ironía con que Castedo mordió al Información por exhibir cada día un escaparate fotográfico que evidencia el cuidado de la ciudad. La propuesta puede ser muchas cosas menos insensata si piensan en la capital como una localización turística y referente del resto de la provincia. Menos alocada todavía si se han sentido como un piloto del París-¿Dakar? al recorrer Maissonave con un carrito de bebé. Más que otra cosa, la aventura a la que la alcaldesa Sonia Castedo quiere embarcar a su ciudad más que disparatada es urgente y necesaria.
También lo sería en Villena, donde si mi memoria y la hemeroteca no fallan Mari Paz Poveda lanzó como quien no quiere la cosa su idea de trabajar en una Ordenanza municipal sobre limpieza, estética e higiene. Podría hoy afirmar que la idea quedó en aguas de borrajas debido al tiempo transcurrido, y si no lo hago es porque quizás tras los herméticos muros que guardan las cavilaciones del Equipo de Gobierno todavía se trabaje esa idea. Pero a riesgo de que nuestra dirección aproveche el rebufo de la alcaldesa alicantina, me gustaría recuperar sobre el papel algunas matizaciones que el grupo Verdes de Europa aportó a la iniciativa tras valorarla positivamente: que diera participación a la ciudadanía y a las asociaciones en su elaboración, que manifestara la voluntad del ayuntamiento por realizar tales mejoras y que las sanciones no sólo fueran de tipo económico sino que albergaran una función reeducativa
Y para finalizar déjenme preguntar al aire una burrada con la única intención de mover la rueda: ¿No será que las matizaciones a dicha Ordenanza les parecieron apropiadas al grupo que mueve el carro pero su modus operandi les impide conceder la razón a los de fuera? ¿Estarán esperando a que se nos olvide el asunto para incluir cada matización como propia?