Esto hay que celebrarlo

El Colegio Ntra. Sra. de los Dolores se sitúa entre las calles Corredera 39 e Isabel La Católica 12, en la ciudad de Villena. Así lo ubican las redes sociales que lo hacen inmediato para aquellos y aquellas que no lo conocen.

Estamos en el siglo XXI y para que no se nos olvide, en una pandemia inesperada. Estamos deseando la primavera para oler las flores silvestres, estornudar el primer polen de las naturales flores y oír los primeros vencejos venidos de nuevo. Estamos situados en un tiempo esperanzado, estamos educando en responsabilidad porque así lo dicta nuestro objetivo formativo.

Este colegio que Dios hizo bien en construir, gracias a la inspiración de su fundadora Doña Dolores Aynat Mergelina, cumplió el 1 de enero del presente año 75 años. Después de papeleos, actas y protocolos el colegio fue inaugurado en 1946 estando al frente del mismo cuatro Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl: Sor Benigna Benito, Sor María Elpidia de la Fuente, Sor Carmen Espinart y Sor Rosario Díaz. En breve se incorporaría Sor Nieves Martínez. Todas ellas llevaban en sus hábitos una doctrina y una ilusión que se acogían a la razón de ser para la cual fue fundada la escuela: proporcionar educación e instrucción gratuita a niñas pobres del término municipal de Villena, teniendo preferencia para ingresar como alumnas las más pobres.

Gracias al empeño y el tesón, las ganas y la buena voluntad de las gentes de bien, el colegio fue creciendo y luchando contra inesperadas penurias y leyes de educación distintas y dispares. Contratiempos que no pudieron con el convencimiento firme del carisma de las hermanas y el sí de los profesores y profesoras, de las familias, del alumnado y el personal de servicio que confiaron en este proyecto inicial. Alegrías y celebradas fiestas y aconteceres hicieron que esta comunidad se colase en la ciudad de Villena como un motivo más para engrandecer a sus gentes, apoyando la educación, asistiendo a los más necesitados con obras de caridad y actos solidarios, un orgullo para la Congregación y un referente.

En diciembre de 2005 se le concedió al colegio la Medalla de Oro de la Ciudad, un galardón que se sumó al incremento de alumnos y alumnas, a la mejora de sus instalaciones y a la prosperidad del proyecto deseado años atrás.

En pleno año 2000 los cimientos de las Paulas han sido testigo de gratas transformaciones, y no sólo arquitectónicas, sino educativas. Nuevos cambios metodológicos, reajustes, idas y venidas de personas, innovación educativa y proyectos de futuro.

Ahora que las hojas del almendro caen tímidamente, que el frescor de Villena languidece y el sol es más apetecible, somos testigos bien temprano de la llegada de David y Beatriz, alumno y alumna de 3 añitos que llegan felices a su aula abrazando a su seño. Abrazando el olor que deja el ambiente de su colegio que es su casa y que la harán suya hasta que cumplan los 15.

Ahora que las tórtolas del Paseo Chapí se vuelven inoportunas y agobiantes, que apetece más la reunión y la charla, Izan y Andrea, alumno y alumna de 4º de ESO, esperan su turno en la escalera para que se les tome la temperatura, una rutina que han cogido desde que la pandemia nos acobardase. Cogen su Tablet, conectan su wifi y comienzan sus tareas.

Las primeras niñas que entraron en el colegio, lapicero en mano y cuartillas en el otro, con ese ambiente a posguerra que muchos desconocemos, puede que también sintieran este mismo olor a pétalo de almendro, a frescor de la mañana villenera y quedaran ensimismadas con el vuelo de la tórtola que se posaba sobre las palmeras el paseo.

Aún quedan páginas por escribir

Ahora Sor Maribel Bartolomé, Sor Milagros García, Sor Rosario Rodríguez, Sor Consuelo Fraile, Sor Antonia Flor y Sor Teresa Martínez, siguen acompañando al alumnado, siguen haciendo historia y cuidando para que el colegio siga siendo lo que fue y lo que será. Como sus compañeras, las Hijas de la Caridad que llegaron de Madrid hace 75 años, continúan acercándose a los más pobres.

Todo esto había que celebrarlo y se celebrará. Tenemos una vida educativa por delante, y ahora que somos Tesela, que estamos inmensos en un nuevo proyecto educativo y que vamos a seguir apostando por la educación de nuestro alumnado, más motivos para hacerlo.

Como bien escribió nuestro exalumno, amante de Villena y de nuestro colegio, quien dedicara su tiempo a historiar sobre él, D. Mateo Marcos Amorós, hemos perfilado los flecos de su pasado; pero quedan aún por escribir las páginas del futuro. Sigamos escribiéndolas día a día todos y todas y preservemos el legado de los y las que apostaron por esta aventura.

75 años de Paulas Villena, un colegio vivo y a pleno rendimiento y situado en el mapa, una ubicación casi centenaria al servicio de los más pobres por y para su crecimiento espiritual y profesional. Felicitémonos por ello.

Por: Liberto Esteve Requena. Cronista Oficial. Colegio Ntra. Sra. de los Dolores. Villena.