Estoy triste
No podemos ser felices si en nuestro alrededor hay gente que no es feliz
Juan Pablo Forner –Juan Bautista Pablo Forner y Segarra– ilustrado español, en su discurso Amor de la patria, leído en la junta general pública que celebró la Real Sociedad Económica de Sevilla el veintitrés de noviembre de 1734, refiriéndose a los ciudadanos atenienses y romanos de la Edad Antigua afirmaba que estos, en su esplendor, entendían que en la sociedad civil no es fácil vivir con felicidad, si no es feliz en sí el conjunto de la nación toda: entendían que en una casa opulenta hasta los criados comen y visten bien; entendían que donde abunda la riqueza, ha de derramarse por necesidad a todas las clases, y cada una en su jerarquía gozará a proporción de la abundancia competente; entendían por último, que estando íntimamente enlazado el interés de cada individuo con el de la nación todo; esto es, que la felicidad privada pende y resulta de la prosperidad pública; trabajando cada ciudadano en el aumento de esta, trabajaba en su propio beneficio, y al mismo tiempo gustaba el placer puro de aquella gloria inocente que produce en las almas honestas el ejercicio de la virtud.
Larga cita traemos hoy para, al cabo y al margen de la perversa discriminación jerárquica, incidir en la idea principal que queríamos que nos ocupara: la de que no podemos ser felices si en nuestro alrededor –en el conjunto de la nación toda– hay gente que no es feliz.
Es por lo que estoy triste.