Aún recuerdo cuando se cambió el alcantarillado en parte del Rabal. Los niños del barrio jugábamos al atardecer entre los tubos de hormigón y nos metíamos dentro de las zanjas cuando se iban los operarios. Esto fue durante mi infancia, a mediados de los años setenta, y claro, eran otros tiempos. Desde entonces y hasta ya entrado el siglo XXI no recuerdo ninguna otra intervención en el barrio (urbanísticamente hablando), salvo algún parchado eventual en el asfalto.
EI Centro Histórico de Villena hace tiempo que empezó a presentar un alto nivel de deterioro social, arquitectónico y urbanístico, con zonas escasamente habitadas por sectores de población envejecida, inmigrante y marginada. Afortunadamente, las diferentes Corporaciones locales que han gobernado en el consistorio durante este nuevo siglo han tenido conciencia de la grave situación que existe en un espacio tan importante de la ciudad y han apostado por revitalizar el centro histórico. La intervención íntegra sobre todo el conjunto de un centro histórico sobrepasa con creces la capacidad financiera de cualquier Corporación local, por lo que está siendo una apuesta a largo plazo y aún más si tenemos en cuenta que al poco de arrancar todo este proyecto, caímos de lleno en la maldita crisis económica.
Hoy en día podemos afirmar que la recuperación del Centro Histórico de la ciudad de Villena se encuentra en marcha y empezamos a recuperar en algunas zonas la vitalidad del Centro Histórico con la misma o mayor calidad, como área residencial, que las restantes zonas de la ciudad.
Los primeros cambios empezamos a verlos con la licitación del proyecto de reurbanización del eje Santa María-Santiago a finales de 2003, mediante el cual entramos en una nueva etapa en la regeneración del tejido, la habitabilidad y la imagen urbana de esta zona.
Dos años después se le dio un nuevo empujón a la reestructuración del Centro Histórico con las obras del nuevo vial de acceso al castillo y zona de las Cruces, además de aumentar el eje Santa María-Santiago hasta la calle Plaza Biar con las obras de urbanización de las calles Baja y Rulda. El 2008 no fue un año muy prolijo en cuanto a obras se refiere, pero sí se realizó la urbanización de una pequeña y representativa calle de nuestro casco histórico, El callejoncico el Chicho.
Al contrario que su antecesor, 2009 fue un año bastante representativo para la evolución del Centro Histórico, pues por un lado, después de algunos años y bastante esfuerzo, se aprobó el Plan especial de protección y conservación del Casco Histórico-Artístico de la ciudad de Villena, y por otro lado gracias (en parte) a las ayudas estatales y europeas se consiguió dar un nuevo vuelco urbanístico al Centro Histórico. Durante un periodo seguido de seis años se realizaron las obras de urbanización de las calles Rambla, Empedrada, Maestro Moltó, escaleras de José Zapater, Libertad, Ramón y Cajal, plaza Mayor y plaza maestros hermanos Sánchez Griñán. También cabe destacar en este periodo la realización de diferentes centros municipales dentro del casco como el Centro de Mayores en la plaza Mayor, el centro de Recepción de Visitantes en la Pedrera, la rehabilitación del edificio de la Tercia en la calle Baja, el edificio del departamento de Urbanismo en la plaza Pascual Domenech y el centro Colache en la primera Manzana, todos ellos importantes motores para cumplir una revitalización de esta envergadura.
Mucho por hacer
En esta ultima etapa hasta el día de hoy, ya sin ayudas económicas externas, se han seguido realizando nuevas intervenciones de las que cabría destacar la urbanización de la placeta Colache, también llamada Virgen de Fátima, la plaza de Pascual Domenech, la calle San Antón, el ajardinamiento de la subida de Santa Bárbara, la calle Beatas y la calle Quevedo.
A día de hoy la situación es tal que se está logrando no sólo atraer población al centro histórico, sino además crear una conciencia mínima entre los ciudadanos para considerar a este centro como posible lugar de destino residencial. Pero no caigamos en confusión, pues aun queda mucho por hacer; a pesar de todo el esfuerzo realizado no se ha llegado a actuar ni en el cuarenta por ciento de los viales del Centro Histórico. Quedan demasiadas áreas con una acusada degradación por falta de intervención durante años en las cuales se deberían concentrar nuevos esfuerzos de inversión pública.
He llegado a oír innumerables críticas respecto a la inversión realizada durante estos años en el Casco Histórico, y sé que cualquiera desea mejorar su calle o barrio, pero también sé que si estas personas vivieran en algunas de las zonas que quedan por rehabilitar en el Centro Histórico verían sus necesidades de otra forma.
Félix Esteve Domenech
Ingeniero Civil. Oficina de revitalización del Casco Histórico
