Objetivo cumplido. Con la ocupación de la calle en el Día sin Coche por parte de miles de peatones y ciclistas, finaliza una semana cargada de actividades lúdicas y de sensibilización para promover el freno del abuso del coche en la ciudad y la promoción de otras formas de movilidad más eficientes.
Este domingo 20 finalizó la semana de la movilidad sostenible. Un día emotivo, en el que sin ser fiestas patronales, las calles de Villena (Avda. de la Constitución) fueron ocupadas por miles de personas a lo largo de todo el día. Asociaciones ambientales y sociosanitarias, comercios de bicicletas, prueba de bicicletas eléctricas, juegos ciclistas, patinaje artístico y hockey sobre patines, animaciones infantiles, juegos con paracaídas, batucada, banda de dulzainas, basket y fútbol en la calle, yoga en el centro de la calzada, etc, junto al plato fuerte, el paseo ciclista familiar de la tarde. Todo un sinfín de actividades para ambientar un día lúdico, lejos de las estridencias, ruidos y los humos cotidianos. Un espacio también para el paseo sin coches, y el encuentro interpersonal sin más, con un mensaje muy repetido por parte de la gente paseante: que este cierre al tráfico pueda repetirse durante otros domingos del año.
Un día especial que puso el broche final a una semana intensa, en la que Ayuntamiento y Villena en Bici pretendieron promover una ciudad más amable y lenta, con menos humos y con medidas de potenciación del caminar, el ir en bici y el transporte colectivo. Un día precedido por otro gran espectáculo: por segundo año, descenso de autos-locos (autoacho) el sábado 19. En torno a unos 50 vehículos entre coches sin motor, bicis antiguas, bicis especiales de Apadis, triciclos de descenso extremo, bicicletas tuneadas etc. Simpatía, buen rollo, y miles de personas a lo largo de todo el recorrido del vial de la Losilla.
Otra ciudad es posible
Estas actividades más lúdicas, junto a las charlas sobre movilidad (48 personas), el lleno de Wadja La bicicleta Verde (245 personas), los desayunos de la campaña En bici al trabajo (en torno a 100) y el paseo a Rambla Panadero (80 personas), han constituido una semana intensa, en la cual pensamos que la sociedad villenera va reflexionando sobre la necesidad de reducir el coche únicamente para desplazamientos imprescindibles y más largos, y que el crecimiento de personas que optan por otras fórmulas de movilidad más respetables con la ciudadanía y el medio ambiente va en aumento progresivo con los años: caminar y patear la ciudad, pues tenemos una ciudad con distancias relativamente cortas; pedalear, no sólo a nivel deportivo, también a nivel urbano para pasear, ir al centro educativo, ir al trabajo; coger el autobús urbano; compartir coche cuando vayamos al trabajo; apostar por el tren en desplazamientos largos, frente al vehículo privado, etc.
Otra ciudad diferente es posible. Gracias a todos/as los participantes.
