Felicidades, Villena. Un año con el agua al cuello
Villena es un punto de referencia de la generación NI-NI: ni sabe, ni reflexiona, ni se pregunta por qué estamos en el culo del crecimiento intelectual, social y económico de la región. Y en medio, el ciudadano NI-NI, que asume que pese a que baja el valor del suelo, le suben el IBI y el IVA. Que sabe que va a ser desahuciado, pero aún así paga a sus verdugos.
Mantenemos un centro deportivo de una empresa de fuera y con un déficit anual de casi 600.000 euros que asumen los ciudadanos, habiendo varios centros privados 100% de la ciudad, que no constituyen perjuicio alguno a la economía local y que, e incluso a base de esfuerzo para no cerrar sus puertas, contribuyen a la sostenibilidad del mismo con sus impuestos. ¿Esto suena, no? Desahuciados pagando a sus verdugos.
Consta que cerrado solo costaría 130.000 euros. El resto se podría aportar a la maltrecha economía de Villena. ¿Por que no se hace cargo el ayuntamiento? Como ciudadano asumiría los gastos a sabiendas de que si perdemos, perdemos todos, pero no saldría beneficiada una empresa que no aporta nada a Villena y encima perjudica a sus competidoras con la seguridad de que, salgan o no las cuentas, su viabilidad está asegurada. ¿Dónde están el equilibrio y la cordura?
En su red social dicen que 1.200 personas disfrutan de sus instalaciones, pero observo y me dicen algunos usuarios que no son, ni de lejos, tantas. Y la mejor: Nuestro control de acceso registró una utilización de 75.737 personas. Normal si se registra el paso de los padres que van a dejar a sus hijos, visitas, etc. Podrían llamar al Libro Guinness para registrar el récord de Centro Deportivo inviable que más accesos tiene del mundo.
Felicidades, Villena. Un año más con el agua al cuello.