Feliz Navidad
Felicidades a quienes mantienen viva la llama de la democracia frente a quienes justifican la necesidad de caudillos y dictadores
Feliz Navidad a los trogloditas que ahora están criticando con las tripas la elección de Lalachus para dar, junto a David Broncano, las últimas campanadas de este año en RTVE. Enhorabuena también por haber conseguido, con tan poco esfuerzo, el título honorífico de “Tontos hasta que se acabe el mundo”…
Supongo que con este detalle callo la boca a todos los que, en algún momento, han podido pensar que solo reparto mi cariño entre quienes respetan a los demás sin importar su condición, su color o el tamaño de su culo. Ya veis que no. Es más, he pedido cosicas a los reyes para los descerebrados y machirulos. He puesto en la carta que agiten sus baritas mágicas y los conviertan en mejores personas.
Feliz Navidad a todas las personas que se atreven con la política cercana. Alcaldes y concejales de los pueblos que, con aciertos y errores, con más o menos medios o posibilidades reales, intentan transformar sus sociedades y mantienen encendida la llama de la democracia frente a quienes, con sus mentiras y su “todos son iguales”, justifican la necesidad de caudillos y dictadores. No son todos iguales, ni falta que hace. Por eso hay elecciones. Gracias a todos esos peones de la política tan necesarios. A todos menos a una… para esa también he pedido en mi carta alguna magia buena de Baltasar, que es negro y musulmán.
Feliz Navidad al pueblo de Israel, que será recordado en los libros de historia que cuentan las verdades, como un pueblo malvado. La nación genocida que en el tercio primero del siglo XXI intentó la extinción de sus vecinos para robarles todo. Al pueblo de Israel, que con el tiempo será nombrado, todo en su conjunto, como exterminador o como cómplice sin que quede memoria de la gente inocente... También hay un capítulo en mi carta a los Reyes para los israelitas.
Feliz Navidad a los que me tratan más y me tratan menos. A los que me soportan de una u otra manera. A los que me perdonan todas las “tontás” que escribo o que hago. A quienes me acompañan en mis aventuras y me saben, en el fondo, tan frágil que hacen como que me quieren para que no me desmorone.
Feliz Navidad para mi esposa… Después de tantos días mano a mano, cuando vamos “pa” viejos -o ya somos- y a pesar de rutinas, cada que vez que regresa de los turnos de noche del trabajo y me despierto al calor de su abrazo, siento que el mundo gira de la forma correcta. En la carta he pedido lo de siempre, que es mucho… Feliz Navidad para mis hijos y sus compañeras y su vuelo tan libre, tan distinto… y tan hermosamente necesario. Ojalá que los reyes nunca metan la pata al dejarles regalos.
Feliz Navidad para la gente buena que ama la paz y el pan en todos los lugares. Disfrutad de los días de descanso. Si lo tenéis a bien, volvemos a encontrarnos en el próximo año.