Feliz Navidad a todos, pero en especial a… (Es de bien nacido el ser agradecido)
Pienso que este refrán transmite una verdad como un templo, es de buena persona dar las gracias, agradecer. Hoy en día es bastante raro encontrar personas que agradezcan algo, lo que sea, que se sientan agradecidas. Yo quiero desde aquí agradecer a muchas personas, muchísimas, que durante estos cuatro meses se están preocupando por mi situación y que me están ayudando, o por qué no decirlo, intentando ayudarme a llevar mi problema con mucho más entusiasmo y energía.
En estos días más bien ocurre lo contrario, nos pensamos que vamos sobrados de educación y que no hace falta gastar energía en algo tan trivial como transmitir agradecimiento. El ser agradecido tiene mucho que ver con la educación, como algo inherente a nosotros, algo más genético y hereditario. Mis padres me inculcaron que en esta vida la educación prevalece ante otros valores que también son importantes pero no como éste. Hay personas humildes y con pocos conocimientos que pueden ser los más agradecidos del mundo, y al revés, los hay de muy buena cuna y buenas maneras de cara a la galería, pero que luego son unos orgullosos que no contemplan la palabra gracias en su vocabulario, porque piensan que el favor recibido es una obligación a ellos debida.
Yo quiero desde aquí aprovechar que vienen unos días tan señalados en el calendario para dar las gracias a esas personas y desde aquí desearles de todo corazón que pasen unas Felices Navidades y cómo no, que el nuevo año 2.009 sea de lo más próspero para todos ellos. Estas personas son muchas, como ya he comentado antes, pero no puedo dejar de nombrarlos en este escrito y decir que tengo el gusto y el placer de darles las gracias. Cómo no, en primer lugar a toda mi familia, a mi esposa, (mi alma mater), mis dos hijas, maravillosas donde las hayan, mis padres, mis hermanos, mi familia política, a mi escuadra de Muhiaidines, entre ellos a Juan José Muñoz y Antonio Guardiola, (gracias por ser como sois), a la familia Soler García, a Alfonso y Ana de Stadium, al grupo de los capullitos, escuadra de mi hermano Eduardo (en especial a mi pareja de pádel Juan Rojas), a Sebastián Morales, Pepe Zapater, Pepe y Paco Martínez, mi amigo Chicho, Francisco Úbeda, a Enrique Zapater Piloto e Isabel (me habéis sorprendido muy gratamente, gracias) a José Luis Flor, a Ginés Costa, a mis amigos de tertulia de tarde del Cadillac, a mis amigos Plácido, Luis Murillo, Paco Sáez, Conchin, Romualdo Moreno, Javier Orgiler, Rafa Fillol, Nora García, Juan Cantero, a mis ex compañeros del Ampa del Colegio el Grec, a los profesores de dicho colegio, a Mari Carmen Terol, a Loren y Sonia, José Antonio Flor, Marisa, Conchi y María Isabel, compañeras de embale de mi mujer en Calzados Piulin (gracias por vuestros momenticos) y a los medios de comunicación de mi ciudad, por utilizar sus servicios de forma gratuita.
Creo que me dejo a mucha más gente, que ahora no recuerdo, pero a los que pido por favor que aunque no hayan sido nombrados en este escrito, sepan que están metidos en dicho agradecimiento, pues han sido muchas las personas a las que tengo que dar las gracias.
Palabras tan normales como por favor y gracias están cayendo en desuso, hasta tal punto que cuando escuchas a alguien pronunciarlas parece un poco raro. Pienso que una de las claves para ser y mostrarse agradecido es la humildad, el ser consciente de que uno no es el ombligo del mundo, sino simplemente uno más.
Gracias a todos y Feliz Navidad.