¿Cómo están ustedes?

Fiebre del sábado noche

Yo no me veo, pero perfectamente podríamos haber sido "travoltas". En aquellos años de nuestra adolescencia y juventud, años de imitación y fans, podríamos haber sido "travoltas" –"tresvoltios" en voz de los detractores– porque algunos conocidos lo fueron. Pero para bien o para mal nos sedujeron otras estéticas más próximas a lo beatle. O a lo jipi. Y otras músicas.

La noche del sábado pasado, una noche inolvidable, de todo ello tuvimos servido en la fiesta del verano organizada por nuestros conmilitones de "Edad de Oro. Los 50, un Tesoro". Un éxito festivo y solidario. Porque también hubo tiempo para solidaridades gracias a la generosidad de comercios villenenses y del público.

A finales de los setenta, dos películas protagonizadas por John Travolta, que resultaron fenómeno sociocultural, crearon moda. Y las discotecas se llenaron de imitadores. Y en ellas y hasta en TVE, la única que teníamos, se organizaron concursos de baile copiando los modelos. "La juventud baila", dentro del programa musical "Aplauso", fue todo un éxito nacido en este contexto. La primera película fue "Fiebre del sábado noche" (1977) –"Saturday Night Fever"–; la segunda, "Brillantina" –"Grease"– (1978). Ambas, estrenadas en España en 1978 con una diferencia de meses, provocaron el fenómeno "travolta" en sus variantes de Tony Manero y Danny Zuko con sus correspondientes Stephanie Mangano y Sandy Olsson, respectivamente. Esta última interpretada por una Olivia Newton-John que disimuló con mucho atractivo su diferencia de edad con Travolta y con la edad del personaje que interpretaba. El papel de Stephanie en "Fiebre del sábado noche" lo protagonizó la actriz Karen Lynn Gorney.

Reconociendo la calidad musical del primer film, nunca he soportado la voz aguda de los Bee Gees, artífices e intérpretes principales de la banda sonora en "Fiebre del sábado noche". Ese falsete tan peculiar de los tres hermanos me ponía/me pone de los nervios. No en vano, "falsete de cabra" lo catalogan algunos. Falsete que también gastaron los New Trolls. En "Fiebre del sábado noche" nos llamó especialmente la atención la composición de Walter Murphy inspirada en la Quinta de Beethoven, "A Fifth Of Beethoven". Por su parte, la música de "Greese", debida a John Farrar, Barry Gibb –de los Bee Gees– y Louis St. Louis, nos resultó más atractiva por ser más variada: rock-and-roll, baladas y, en el baile, versiones de canciones de los 50 interpretadas por el grupo Sha Na Na, en la película Johnny Casino & The Gamblers. Si bien, "Grease", al estar contextualizada en los años 50 sus músicas estaban lejanas a nuestros gustos psicodélicos y roqueros sinfónicos y urbanos de los setenta. Además, la época reflejada en la película y su trama edulcorada nos recordaba el musical de musicales, nuestro preferido "West Side Story" donde no cabe almíbar para reflejar la violencia entre bandas. ¡Y la música de Bernstein...!

El sábado pasado las canciones que sonaron en la fiesta organizada por "Edad de Oro" y algunos disfraces simpáticos nos transportaron a aquellos tiempos: ABBA, All Stewart, Christopher Cross, Peter Frampton, Boney M, Bonnie Tyler, Village People... Cuando hace años dedicamos un artículo a "The year of the cat" –El año del gato– de All Stewart recordábamos cómo una música puede traernos asociadas algunas experiencias concretas, algunos momentos específicos en nuestra vida. A mí así me pasa con Stewart o con New Trolls. Y con esto la memoria de personas a las que amamos en aquellos tiempos de amor correspondido o sin corresponder. Amor vivido y frustrado, vivido o realizado. Vívido si realizado. Intenso, incluso precipitado. El sábado pasado, compartiendo música y amistad, nos vino a la memoria mucho de lo que fuimos.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba