Fiesta de la Amistad
La Fiesta de Moros y Cristianos tiene muchos significados según cómo se viva, pero contiene un valor que ninguno de nosotros debemos pasar por alto. Todos sabemos que nuestras Fiestas se componen de catorce comparsas que incrementan año tras año su número de socios, algunas de ellas de forma considerable; éstas, a su vez, se subdividen en Escuadras, Peñas y algún que otro Colectivo que engrandece el espectáculo que se contempla a primeros de septiembre.
Todo el trabajo y la dedicación casi en exclusiva sin pago alguno, por miembros de directivas, porque se lleva en la sangre o se ha mamao, como dicen algunos villeneros. En estas cuestiones hacen falta los amigos, pues en cuanto se juntan dos, se ponen a pensar y te montan una juerga y de ahí sale una idea que se va fraguando, que con un poco de esfuerzo llevan con éxito la representación de una parte de la historia y dan a su pueblo el reconocimiento de unas Fiestas de Moros y Cristianos envidiables en muchos lugares.
Porque la amistad se enlaza en los días grandes y da lugar a vivencias inolvidables: sentarnos en la mesa tanto Moros como Cristianos compartiendo por unos días unas viandas con ratos de charlas, pasear por las calles y encontrar amigos que no veías desde hace años, etcétera. En estos días los amigos se reencuentran para hacer los preparativos propios de las fechas, se ofrecen para lo que haga falta. Amistad que recobra fuerza por si en los días fríos se vio lejana, recordando anécdotas vividas con un líquido que da rienda suelta a la lengua y un abrazo de vez en cuando para reafirmar que los amigos nunca se olvidan.
Por todo ello, la amistad da un valor muy importante a nuestras queridas Fiestas que no debemos olvidar, porque las Fiestas de Moros y Cristianos no serían lo mismo si no estuvieran junto a nosotros los amigos para poder compartirlas.
¡Amigos! Felices Fiestas.