Fiestas del Medievo: donde arrimar el hombro y colaborar no es solo cuestión de un fin de semana

Como es habitual, el sábado anterior a la celebración de las Fiestas del Medievo la asociación de vecinos del Rabal hace un llamamiento a la colaboración para que quienes lo deseen puedan ayudar a los vecinos en la decoración de las calles y plazas del barrio.

Y lo cierto es que, un año más, hemos podido comprobar que no solo la participación va en aumento durante las Fiestas, sino que cada vez son más las personas, residentes y no residentes en el barrio, que arriman el hombro y colaboran con una celebración que todo aquel que vive de cerca considera suya desde el primer momento.

Los más veteranos de la asociación de vecinos recordaban este sábado cómo, no hace tanto tiempo, las tareas de colocación de las telas y adornos continuaban tras la hora de comer. Hoy, sin embargo, y tras dar comienzo a las 9 de la mañana, concluían en su totalidad poco antes de las 12 del medio día, y porque faltaban escaleras para todos los grupos de voluntarios que se han presentado en la Tercia, porque de no ser así el trabajo habría terminado incluso antes, habida cuenta de la cantidad de voluntarios que se han presentado a trabajar.

Una demostración más de la capacidad de atracción de las Fiestas del Medievo, que logran una implicación vecinal sin precedentes y que son, a todas luces, un evento total y absolutamente popular, en el que todo el mundo tiene cabida y todo el mundo está invitado a colaborar en la medida de sus posibilidades.

Como es habitual, una vez terminada la decoración del barrio, la asociación de vecinos del Rabal ha tenido un detalle con los asistentes, agradeciéndoles su colaboración e invitándoles a un pequeño aperitivo donde, entre bocado y trago, seguían perfilándose detalles y puliendo las últimas cuestiones organizativas para unas Fiestas del Medievo que están, ahora ya sí, a la vuelta de la esquina.