Barrios

Fiestas del Medievo, un evento espectacular que cada año se supera

Resulta difícil escribir cada año una nueva crónica sobre las Fiestas del Medievo organizadas por la Asociación de Vecinos del Rabal, sencillamente porque ya no quedan adjetivos para definir un proyecto que cada año es más grande y mejor, en el que se implican más ciudadanos, colectivos y empresas, que obtiene una mayor repercusión y atrae a más visitantes a nuestra ciudad y que, en definitiva, nos hace rebosar de legítimo orgullo.
Los pequeños y grandes cambios –en esta ocasión, por ejemplo, las mejoras técnicas para distintos espectáculos, como la llegada de los Reyes Católicos, o la participación de la comunidad islámica de Villena a través de “El Rincón de Damasco”– que se van incorporando cada año no hacen sino mejorar algo que ya es de por sí muy grande, y que además se ve potenciado por esos detalles que van más allá de la propia festividad, como el componente solidario y el llamamiento a la participación perfectamente expresado por el pregonero, Juanjo Rodes.

El cooperante y expedicionario villenero, acompañado por cuatro de sus “chicos” de Apadis, animaba a los vecinos en su pregón –que pueden leer íntegramente descargando el archivo adjunto– a seguir trabajando por quienes más lo necesitan, reivindicando el valor de la solidaridad como la mejor manera de sentirse bien con uno mismo al tiempo que se ayuda a los demás, ya sea apoyando a las personas con problemas o trabajando codo con codo por sacar un barrio adelante, como es el caso de los vecinos del Rabal.

Más actividades, más calles, más grupos, más gente…
Desde la Plaza Mayor hasta la Plaza de Biar, recorriendo la Iglesia de Santa María, la Plaza de la Tercia, la Ermita de San José o la calle la Rambla hemos encontrado a lo largo del fin de semana un gran número de actividades como cuentacuentos, representaciones medievales, espectáculos de magia, juegos, torneos de lucha, conciertos, representaciones teatrales, talleres, así como numerosos stands de comercio, artesanía, tascas y alimentación, entre otros, que han ofrecido a los asistentes la posibilidad de sumergirse durante dos días y medio en el privilegiado entorno medieval que solo las calles del casco histórico de Villena y sus hospitalarios e implicados vecinos ofrecen.

Además, las Fiestas del Medievo han seguido ganando terreno hacia arriba, consolidando el espacio de la Morería con nuevos “vecinos”, como los miembros de la comunidad islámica, que triunfaron con su cuscús y sus tés y pastas, y repitiendo el éxito en emplazamientos igualmente recientes, pues la zona El Solazar ha vuelto a ser un auténtico éxito de crítica y público que, junto a la Morería, la zona de Santa Bárbara (con Quitapesares) y las cuevas de los Tuaregs –a las que este año se han sumado las de los Salvajes– se ha convertido en una de las grandes atracciones, acumulando actividades, servicios y visitantes en la zona otrora más degradada del barrio, que sigue mostrando un increíble potencial por el que definitivamente vale la pena apostar, como ha hecho el artista local Isidro Gosálbez, abriendo al público una espectacular galería de arte en su estudio de la calle La Rambla.

Espectáculo sin igual
Pero además del espacio ganado, las Fiestas del Medievo también han seguido ganando en calidad, con el traslado al castillo –en el que por cierto, se agotaron las entradas para disfrutar de Atalaya Experience– de la lucha medieval, un auténtico espectáculo, o la participación masiva en la procesión de las antorchas, coronada con una auténtica fiesta en la explanada del castillo, donde no cabía un alfiler, a los sones de la música balcánica de La Trocamba Matanusca.  

Mención especial merece el cada vez mayor número de visitantes que ha recibido nuestra ciudad, españoles y extranjeros; la importancia y atractivo de las bodas medievales (incluida por supuesto la boda china, cuyos protagonistas e invitados, al igual que las agencias turísticas que les han acompañado, van a ser grandes embajadores de la imagen de nuestra ciudad después de ver cómo la han gozado estos días); el elenco de fotógrafos, periodistas y blogueros especializados que ha tomado nuestra ciudad –y las redes sociales– este fin de semana, así como que la participación de grupos es cada vez mayor y era una gozada ir de local en local disfrutando de unas Fiestas del Medievo que son, ante todo, unas auténticas fiestas populares que cualquiera puede disfrutar, si es desde dentro, mejor, porque la camaradería y convivencia que se vive entre locales, vecinos, artistas y mercaderes es excelente, sin duda alguna lo que marca la diferencia entre estas Fiestas y los mercados organizados por empresas o ayuntamientos. Eventos sin alma o una fiesta hecha con el corazón, esa es la diferencia.

Pepe Cabanes, presidente de la Asociación del Vecinos del Rabal, destacaba el “éxito desde el inicio” de esta edición de las Fiestas del Medievo, agradecía una vez más el esfuerzo altruista de las asociaciones y entidades presentes en el evento y, reivindicativo, señalaba que “nunca algo tan barato para el ayuntamiento ha tenido una repercusión mediática tan brutal para Villena”. De hecho, subrayaba la presencia de un equipo de Tele 5, entre otros medios, para grabar la boda china, de la que también se han hecho eco muchos otros medios de carácter nacional.
 
En definitiva, y a falta de valoraciones oficiales, que llegarán en unos días, todo apunta a que, un año más, hemos podido asistir a la mejor edición de cuantas se han celebrado hasta ahora de las Fiestas del Medievo. Enhorabuena a quienes las han hecho posibles.

Fotos: Santi Hernández / Villena Cuéntame  

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