Hasta San Antón fiestas son, ya saben. Y siguiendo el curso de los años, en San Antón: hoguera, venta de toñas, subasta, desfile de animales
Tradiciones que se mantienen, no todas, pese a los nuevos tiempos, pese a las nuevas tecnologías, pese a las reformas urbanísticas. Las tradiciones tienen muchas cosas bonitas, interesantes siempre que no ahoguen el presente y pese a que casi siempre, prácticamente siempre, tengan un argumento religioso detrás.
Pero tal y como ha ocurrido a lo largo de los siglos, la voluntad pagana siempre ha conseguido introducirse como un virus en las tradiciones religiosas y ha llenado de vida mundana la austeridad y el dogmatismo del sentimiento idólatra; así ha ocurrido desde el principio de los principios, y así ha seguido sucediendo. Incluso cuando en 1565 el Concilio de Toledo prohibió las representaciones teatrales en iglesias y celebraciones religiosas. Por eso la celebración de San Antón en muchas poblaciones está llena de aportaciones gentiles y festivas que complementan la semilla religiosa.
Aquí en Villena, al coincidir la onomástica del monje con la denominación del distrito, se celebra la semana cultural del barrio. De ese modo, a rebufo de las antiguas costumbres, se han ido introduciendo actividades culturales cuya permanencia a lo largo de los años ha logrado su consolidación. Hablamos, por ejemplo, de los cuentos al calor de la hoguera, donde hemos podido ver y escuchar a artistas como Miguel Ángel Montilla o Yoni Ramírez, hasta llegar a este 2018, donde contaremos y disfrutaremos de Pepa Mira realizando las narraciones orales.
Otra cosa son las intervenciones teatrales que llevan a escena aquel papelito con viñetas que recreaba las tentaciones de San Antón. En este caso la actividad ha ido tiñéndose de una modernidad poco habitual en celebraciones tan estáticas y vetustas. El teatro contemporáneo, gracias a José Ayelo, director de la Casa de Cultura, ha ganado un espacio en nuestra ciudad. Y lo digo porque ha sido él quien ha seleccionado año tras año a los y las artistas que se encargarían de realizar una propuesta escénica sobre las tentaciones. Artistas invariablemente inconformistas y cuyos trabajos apostaban por unas nuevas lecturas dramáticas, que no se han contentado con la mera representación narrativa de los aconteceres del monje, sino que han apostado por los nuevos lenguajes escénicos. Así ocurrió con las propuestas de Montilla, Fita, Gandía o de este que os escribe.
Y este 2018 no podía ser menos. De modo que contamos con el proyecto que Maite Sánchez junto con la compañía Tempo van a desarrollar para la ocasión. Este equipo, junto con La Creativa, trabajará a lo largo de toda una semana con artistas de nuestra ciudad y de todas las disciplinas para la creación de un espectáculo único que se representará el próximo sábado 20 de enero. Un evento que deben, queridas personas, anotar en sus agendas, porque resultará una experiencia de esas que solo ocurren una vez en la vida.
