Editorial

Flexibilidad y firmeza

En apenas unos días hemos pasado de contemplar la indignación de los jóvenes que cada fin de semana llenan los locales de ocio así como de sus propietarios –alguno de los cuales ha sido multado recientemente–, por la aplicación a rajatabla y sin aviso de la legislación referente al horario de cierre de los bares, a conocer que el ayuntamiento, en una decisión tomada con rapidez y acierto, ha ampliado en una hora dicho horario.
Sorprende que haya sido necesaria la movilización de los propietarios de pubs y bares así como las críticas vertidas desde los medios, en especial El Periódico de Villena, para que los responsables hayan reconocido que la legislación autonómica (vigente desde 1997) otorga a los ayuntamientos la potestad de ampliar en una hora el horario estipulado por la administración, dato que sí conocía el anterior equipo de gobierno, pues fue la Corporación encabezada por Vicente Rodes la que, ante la demanda de los mismos empresarios, amplió los horarios de cierre en el año 2001 recurriendo a una potestad cuya existencia, en primera instancia, se negaba ahora.

En cualquier caso, cabe felicitar a los responsables de esta decisión, porque han demostrado la flexibilidad necesaria para asumir una demanda con la que no se pide ser más que nadie, sino competir en igualdad de condiciones con otras localidades y evitar peligrosos desplazamientos facilitando así a los jóvenes de Villena el disfrute en su propia ciudad.

Con todo, este acuerdo nace con condiciones, y éstas pasan por respetar el nuevo horario y, sobre todo, el derecho al descanso de los vecinos, por lo que ahora son los empresarios quienes deben velar por el cumplimiento de la legalidad y los propios clientes, favorecidos por esta decisión, quienes con su actuación deben evitar que la ampliación sea revocada.

Además, y mientras se fraguaba esta medida, alguien está intentando convocar a los jóvenes para que se sumen a un “botellón-protesta” a celebrar el 1 de abril. Si la medida contra la que se quiere protestar era la reducción del horario, esta reacción está, obviamente, de más. Y si lo que se pretende es seguir la moda y pasar un buen rato, los potenciales asistentes deben saber que el consumo de alcohol en vía pública está prohibido en la Comunidad Valenciana y que los vecinos de la zona del casco antiguo donde se está citando a la gente tienen todo el derecho del mundo a la tranquilidad y el descanso. Y los responsables políticos y policiales la obligación de velar por ello.

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