Sociedad

Fomento recurre a la iniciativa privada para remodelar la A-31

El Ministerio de Fomento recurrirá a la fórmula financiera conocida popularmente como «peaje en sombra» -la concesionaria cobra un peaje al Estado en función del tráfico de vehículos, pero los usuarios circulan de forma gratuita- para afrontar la remodelación integral de la A-31 en el tramo de 205 kilómetros que une Alicante con La Roda (Albacete). Autovía que conecta la provincia con Madrid y que forma parte del grupo de autovías denominadas de primera generación que se construyeron en los años ochenta desdoblando las antiguas nacionales. En concreto, el proyecto del Gobierno se completa con la reforma de las autovías Madrid-Burgos, Madrid-Zaragoza y Madrid-Sevilla.
La actuación entre Alicante y Albacete -corredor en peor estado- tiene un presupuesto de 945 millones de euros y será sufragado íntegramente por la empresa que se adjudique el concurso público que se licitará este mes para un periodo de gestión y conservación de veinte años. No obstante, en el pliego de condiciones que prepara Fomento se establece que la constructora que se quede con el contrato tiene de plazo hasta 2009 para tener lista la «nueva» A-31. Las autovías de primera generación se construyeron a mediados de los años ochenta en el marco del primer Plan General de Carreteras. En su mayor parte se ejecutaron duplicando los carriles existentes en las antiguas nacionales, lo que ha provocado múltiples problemas, algunos de seguridad como es el caso del tramo de la autovía que conecta Alicante con Villena, donde incluso se llegó a limitar la velocidad máxima a ochenta kilómetros a la hora.

La actuación en la A-31 se ha dividido en dos tramos. El primero se desarrolla en la provincia de Albacete, entre La Roda y Bonete. Entre los puntos kilométricos 29,8 y 124. Comprende una longitud de 94,2 kilómetros con un coste de 446,7 millones. El segundo, entre Bonete y Alicante tiene una longitud de 111,4 kilómetros y un coste de 498,3 millones de euros.

La remodelación de la A-31 a cargo de Fomento coincide, por otra parte, con uno de los proyectos que tiene que ejecutar la mercantil Ciralsa, adjudicataria de la segunda circunvalación que debía haber puesto en marcha esta ronda de peaje el pasado día 1. Sin embargo, Ciralsa, concesionaria de la construcción y gestión durante 30 años (ampliables a 50) de la autopista no ha podido finalizar las obras en el plazo establecido en el pliego de condiciones que señalaba el pasado 31 de diciembre como fecha final para que la vía entrara en servicio. Las obras están avanzadas pero Ciralsa no ha facilitado ninguna información sobre el retraso, a pesar de los intentos de este periódico en su delegación de Alicante. La vía arrancará en El Campello y tras recorrer casi 30 kilómetros bordeando la comarca de l´Alacantí por el norte finalizará en la autovía del Camino de Castilla, cuya construcción entró también en el conjunto de infraestructuras viarias que tiene que acometer la adjudicataria. En principio el plazo de ejecución finalizaba el pasado 31 de diciembre, por lo que la ronda debía ser una realidad a principios de este año. El pliego de condiciones estableció que la concesionaria no podrá cobrar el peaje hasta que no finalice todas las obras incluidas en el paquete de obras complementarias.

Ciralsa la sociedad formada tras la adjudicación al grupo ACS-Abertis del proyecto para la construcción y posterior gestión de la autopista de circunvalación de Alicante, debe realizar todas las obras complementarias -rondas y autovías en el entorno metropolitano Alicante-Elche- antes de poder cobrar el peaje por el que amortizará una inversión que representa un desembolso final superior a los 400 millones de euros. La circunvalación será gratuita para todos los recorridos cuyo origen o destino esté en los enlaces interiores a la propia ronda.

El consorcio ACS, Abertis y Caja Madrid que construye y gestionará la circunvalación, ejecuta también a la variante de El Campello, deberá conservar la autovía del Camino de Castilla y construir un tercer carril en la A-7, en el tramo Elche-Crevillent, todos libres de peaje.

Además, en el contrato también quedaron incluidas una nueva autovía de 13,5 kilómetros entre Elche y Crevillent, paralela a la actual carretera y otra que conectará Torrellano con Alicante a través del Camino Viejo de Elche. En total, 114 kilómetros libres de peaje que significarán una transformación integral de las comunicaciones por carretera en el área metropolitana Alicante-Elche.

Fuente: Diario INFORMACIÓN.
Autor: F. J. BENITO.

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