Fotógrafas
Abandonad toda esperanza, salmo 82º
En su última producción, Seis grados, el genial prestidigitador televisivo J. J. Abrams, creador de Alias y Perdidos, ha introducido el personaje de un fotógrafo que tras una crisis creativa regresa con la intención de reemprender su carrera y reconstruir su vida, argumentando que durante mucho tiempo se sentía incapaz de ver alguna fotografía en todo aquello que le rodeaba.
Que a los profanos en la materia les extrañe tal argumento se debe a que cualquier hijo de vecino puede tirar una foto. Esto ha llevado a debatir, en numerosas ocasiones a lo largo del siglo XX, si la fotografía merece ser considerada un arte a la misma altura que la pintura o la música. Por lo visto, Henri Cartier-Bresson, Man Ray, Joel-Peter Witkin o Robert Capa no merecen demasiado crédito para quienes todavía lo ponen en duda.
También podrían habérselo preguntado a la plana mayor de la intelectualidad del pasado siglo, esa que salpica las páginas de Modotti. Impecable biografía en viñetas de Tina Modotti, nos descubre a esta fotógrafa italiana, que vivió en México en los primeros años de siglo pero que no dejó escapar la eclosión bohemia de París ni los enfrentamientos del Madrid de la Guerra Civil.
En este imprescindible cómic, Ángel de la Calle nos revela las múltiples aristas de una vida apasionante, la de una mujer cuyos amantes la llevaron de la inquietud artística al posicionamiento político: conoció la fotografía de la mano de Edward Weston, uno de los padres del arte fotográfico contemporáneo, y Julio Antonio Mella le descubrió el comunismo y la lucha contra el dictador Gerardo Machado.
Si Tina Modotti no logró hacerle sombra a Weston y se ha convertido en una figura a reivindicar, algo muy distinto ocurrió con Diane Arbus, que eclipsó sin esfuerzo a su marido (fotógrafo al que asistió durante años) una vez emprendió su propia carrera, especializándose en el lado más freak del ser humano.
Así lo cuenta el cineasta Steven Shainberg en Retrato de una obsesión, donde Nicole Kidman da vida a una mujer fascinante y fascinada: es este un film que se articula a partir de la relación de la protagonista con su familia por un lado y con un misterioso vecino enmascarado por otro, que la acercará al intrigante mundo de los fenómenos de circo.
Lo curioso es que estas biografías hayan coincidido en un mismo momento, y no solo porque estén dedicadas a sendas fotógrafas, sino porque ambas son productos artísticos tan libres y fascinantes como la obra de sus protagonistas: De la Calle convierte su cómic en una reflexión sobre sí mismo y sobre el medio, como ya hiciera respecto de la novela y el ensayo Javier Cercas en Soldados de salamina; por su parte Shainberg, autor de la reivindicable Secretary, construye su biopic con libertad y da forma a un retrato imaginario de Diane Arbus, como el subtítulo del film señala, y que se permite el lujo de eludir el suicidio de la artista. Dos joyas, pues, cada una en su campo.
Modotti (Una mujer del siglo XX) está editado por Sins Entido; Retrato de una obsesión se proyecta en cines de toda España.