Sociedad

Fracasa la campaña de recogida de firmas en Alicante para pedir el cambio del Júcar-Vinalopó

La falta de colaboración de la patronal -Coepa, Cámara de Comercio y Cepyme-, la división existente en la Federación Provincial de Comunidades de Regantes y la poca voluntad política de una parte importante del PP, al que sólo interesó el asunto como rédito electoral, han terminado por dinamitar el frente alicantino contra el cambio del proyecto del trasvase Júcar-Vinalopó. Tres años después de la paralización de las obras del trazado original -28 de julio de 2005-, este frente provincial sólo está representado por la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, cada vez más desanimada por la falta de respuestas.
La desidia de los populares es tal -salvo el conseller José Ramón García Antón nadie del partido ni del Consell han vuelto a retomar el asunto prácticamente desde la victoria en las autonómicas del 27 de mayo de 2007- que ayuntamientos como Aspe y Elda, consistorios que cuando estaban gobernados por el PSPV aprobaron en pleno su adhesión al nuevo proyecto solicitando caudales para regar jardines y baldear calles, siguen respaldando la obra que ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente, al no haber revocado los anteriores acuerdos plenarios, tal como anunciaron tras las elecciones. De aquel grupo, sólo la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, cumplió con lo que anunció y mantiene contacto periódico con los regantes. Para el resto, el Júcar-Vinalopó ha desaparecido de la agenda y ni se mencionó en los discursos institucionales de la Noche de la Economía Alicantina, el acto empresarial más relevante del año en la provincia y donde unos y otros aprovechan para lanzar sus reivindicaciones.

El conseller José Ramón García Antón comió el miércoles en Murcia con Josep Puxeu, secretario de Estado de Agua y Medio Ambiente. Entre plato y plato se volvió a hablar de los trasvases y el titular autonómico de la política hídrica insistió en que se construya una segunda toma (el punto ideal sigue siendo Antella) para que por el trasvase Júcar-Vinalopó pueda llegar agua de calidad (potable fundamentalmente) hasta el Vinalopó, donde hay municipios como Elda en el que el nivel de los acuíferos baja un metro al año y corre un gran riesgo de quedarse sin agua potable. No obstante, el discurso del propio conseller García Antón también se ha suavizado y tampoco rechaza ya abiertamente la toma elegida por el ministerio, aunque matice su aceptación a que se realice una gran inversión económica para mejorar el caudal de la desembocadura.

El lunes se cumplieron tres años de la suspensión del trazado original y 7 meses desde que Coepa, Cámara, Cepyme y los Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó hicieran público un manifiesto para exigir al Gobierno que parara el trazado desde el Azud de la Marquesa y negociara el cambio de toma. Empresarios y agricultores anunciaron la recogida de 500.000 firmas que debían haberse presentado el lunes, coincidiendo con el aniversario. La campaña -el documento iba a estar en todos los comercios y empresas- ha sido un fracaso.

Autor: F. J. Benito
Fuente: Diario Levante – El Mercantil Valenciano

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba