Muchas son las razones por las que el Conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, no quiere reunirse con la Alcaldesa de Villena. En la presente legislatura este Conseller ha castigado duramente a nuestra ciudad, seguramente porque no está gobernada por la derecha.
Hace unas semanas recibíamos en Villena la visita de tres diputados autonómicos del PP para quejarse de la falta de inversiones europeas en la Comunidad por culpa del gobierno de Zapatero, decían. Poco podían decir más estos diputados, con nuestra paisana María José García Herrero a la cabeza. La Generalitat Valenciana ha maltratado a nuestra ciudad de tal manera que no podían decir otra cosa que la culpa la tiene Zapatero. Afirmaciones que contrastan sobremanera con las promesas que la Generalitat, de mano de la principal Consellería inversora, que no es otra que la que dirige García Antón, había anunciado en esta ciudad y que han quedado en aire, simplemente porque el color político de quienes gobernamos esta ciudad no coincide con el color de quienes gobiernan la Generalitat Valenciana.
De entre las grandes inversiones anunciadas destaca el tristemente famoso Puente 2000, proyecto que costó cerca de veinte millones de las antiguas pesetas, que pagó el Ayuntamiento de Villena, y que la Consellería de Infraestructuras estuvo presupuestando durante varios años, pero que nunca ejecutó.
Otra obra emblemática anunciada, prometida y nunca ejecutada es la denominada Ronda Oeste, una circunvalación que partiría del cruce de la carretera de Caudete hasta llegar a la autovía por debajo del IES Navarro Santafé. De esta obra una vez el gobierno de izquierdas accedió al ayuntamiento nunca más se supo. Ni siquiera la urbanización de la zona del centro sanitario ha sido concluida, una obra que desde que el PP dejara el gobierno de esta ciudad está parada, porque García Antón, inexplicablemente, no quiere concluirla.
Pero hay más: sigue sin resolverse la ampliación de la depuradora de aguas residuales. También tiene pendiente García Antón resolver el problema de la saturación del colector de aguas residuales que viene desde Beneixama-Cañada hasta la depuradora, un colector que inunda de aguas fecales la zona de Las Fuentes, provocando malos olores y mosquitos a los vecinos de la zona. Y para colmo de males, la tardanza en resolver el problema de las vías del ferrocarril; cada vez que se le pone un documento encima de la mesa por parte del Ministerio de Fomento se inventa un cuento nuevo, el último el del puerto seco. Un nuevo brindis al sol de un Conseller que no quiere a Villena, que no soluciona los problemas de esta ciudad y que es capaz de no dar la cara ante los legítimos representantes del pueblo para que no le saquen los colores.
Si la candidata del Partido Popular defendiera como dice los intereses del pueblo de Villena por encima de los de su propio partido, no tendría que permitir que el Conseller de Infraestructuras se escondiese de la realidad de Villena en la sede del PP de esta ciudad. Pero está claro que el PP tiene una moral para lo que dice y otra para lo que hace.
PSOE VILLENA
Secretaría de Comunicación
