God shave the new King
Puede ser un parecer, pero en vista de que la muerte de Suárez ya vende menos que el Tío Jaime, va el Rey, en un alarde de yo qué sé, y abdica en su primogénito (no tiene otro) asegurando que es lo mejor para el país. Posiblemente así sea, ya se verá cuando se vea, claro.
Que el tema ha alegrado a quienes temen que sólo se hable de la crisis, porque les viene al pelo (a quien le quede un tanto así) la situación que crea el añorado notición, pues como el que no quiere la cosa se va estar hablando de la abdicatura hasta en los Corros Manolo. A saber...
Han de pasar unas cuantas semanas hasta la nueva coronación, ahí es ná. Mientras ésta llega van a estar metiéndonos a todos en el cerebro, empujando con un palo si es preciso, la vida y logros del ahora abdicante. Empezando desde el destete hasta las operaciones quirúrgicas, pasando claro está por cuando se fue a cazar Dumbos.
Hay manifestaciones orales y de gente apoyando la monarquía como único sistema válido en donde sea, y los republicanos que ahora se acuerdan que lo son (hace décadas les asomaba la nariz de debajo la cama), también, y es respetable, van a lo suyo. Ni estoy con unos ni con otros y muchísimo menos con los de más allá, yo estoy conmigo, delante del ordenador escribiendo esto (que ya es bastante).
Y como no quiero herir sentimientos ni pareceres de nadie, este que lo es se va a enarbolar la bandera de la Libertad, que no tiene color (Maniática). Lo dicho, esta vez la culpa no es mía. Hasta más ver, pues.