Grábalo todo
Abandonad toda esperanza, salmo 314º
Decir que cuando conocí a Paco Plaza todavía era un don nadie, además de estar muy feo, sería faltar a la verdad, porque por aquel entonces ya había dirigido dos películas de éxito considerable; precisamente la segunda, Romasanta, era la que vino a presentar a la Semana de Cine de Villena, y recuerdo que antes de la proyección los que íbamos a intervenir en la mesa redonda -como Carlos Díaz Maroto, autor de un libro sobre los hombres lobo en el cine- fuimos a tomarnos unas cañas para preparar el sarao, y acabamos hablando de todo menos del asunto que nos traía entre manos. Pero sí es verdad que por aquel entonces nadie podía adivinar que Paco iba a convertirse en la gran esperanza blanca (bueno, en una de las dos) del cine de terror patrio: todavía tendrían que pasar algunos años para que volviéramos a coincidir en Gijón, en un encuentro donde también se dejaron caer Álex de la Iglesia y Koldo Serra, y donde Plaza presentó un breve work in progress en vídeo de baja calidad de "una cosilla" que estaba preparando con su colega Jaume Balagueró. Aquella cosilla acabaría siendo [REC].
La cinta en cuestión fue un pelotazo como se han visto muy pocos en la producción autóctona: tanto es así que ha generado dos secuelas, más otra que está en marcha, por no hablar de su remake yanqui (muy inferior al original), y que ya cuenta también con una secuela propia. Todo esto viene a cuento porque ahora mismo está entre los estrenos más vistos [REC] 3: Génesis, primera entrega de la saga firmada en solitario por Plaza, y todo un festín gore que demuestra lo que muchos, creyentes y ateos, ya sospechábamos: que durante el armageddon no sonarían The Doors sino Pablo Abraira y Tino Casal. En el momento de escribir esto acabo de verla en el cine, y puedo asegurar que no es normal ver tanto público en una sesión entre semana. Y mucho menos, me temo, de una película española. Y todavía menos aún descubrir a un par de chavales con sus móviles en plan "Grábalo todo, por tu puta madre", al más puro estilo Manuela Velasco, para colgar el screener en la red... Un hecho este que ha convertido la proyección en todo un happening reflexivo acerca del carácter audiovisual y voyeurístico de estos tiempos que corren.
Es un síntoma paradigmático de lo mucho que ha significado [REC] para nuestro mercado que se haya publicado estos días un cómic que recoge varias historietas pertenecientes al universo de la franquicia, algo que se prodiga mucho en el ámbito anglosajón pero lamentablemente no tanto en el nuestro. A partir de unos esbozos escritos por Balagueró y Plaza y desestimados por diversas cuestiones en la producción de los filmes, el guionista Hernán Migoya ha escrito cinco guiones fieles al legado, dando la oportunidad de que otros tantos artistas los plasmen sobre la página: todos cumplen con creces, pero es de justicia destacar a Feliciano G. Zecchin, que en su pedazo del pastel, y en donde prácticamente se prescinde de los diálogos, nos atemoriza con su muy expresivo blanco y negro con ecos del gran Alberto Breccia; y a Joan Marín, colaborador habitual del guionista y que aquí recrea la mismísima precuela que explica el principio del fin en el film que nos ocupa... Un film que deberían ir a ver al cine olvidándose de descargar screeners lastimosos. En cuanto a Migoya y otras hazañas suyas, bélicas y no, mejor se lo cuento la próxima semana.
[REC] 3: Génesis se proyecta en cines de toda España; [REC]: Historias inéditas está editado por EDT.