Abandonad toda esperanza

Hasta el infinito y más allá

Abandonad toda esperanza, salmo 859º

Si no me fallan los cálculos -error que tantos problemas ha ocasionado en los relatos de la temática que nos ocupa-, ha pasado ya casi una década desde que dediqué una columna a los cómics de ciencia ficción. Por lo tanto, ya iba tocando volver a comentar algunas de las más recientes muestras del género, máxime cuando una de las mayores sensaciones de los últimos meses entre los fans pertenece al mismo: me refiero a Frontier, cómic francobelga con el que Singelin nos ofrece una epopeya protagonizada por una científica que no acaba de encontrarse a gusto en la empresa que ha adquirido el proyecto en el que llevaba años trabajando; un joven nacido en una estación espacial y que por tanto nunca ha pisado la Tierra; y una mercenaria con prótesis artificiales cansada de convivir con la violencia y que pretende reciclarse profesionalmente en chatarrera espacial.

Los tres protagonistas de “Frontier”, en una espectacular viñeta de Singelin

Con estos mimbres, Guillaume Singelin construye un relato coral del que, al margen de poder presumir de unos personajes muy bien construidos y una trama que nunca pierde el interés y que trata temas que afectan a la condición humana y su evolución a lo largo del tiempo y el espacio, cabe destacar especialmente el estilo gráfico de su autor: unos personajes de diseño amable -hijos de aquellos Pinypon de nuestra infancia o incluso de sus descendientes capitalistas, los cansinos Funkos- que podrían llevar a algún despistado a pensar equivocadamente que se encuentra ante un cómic infantil; y unos ambientes retratados con tanto mimo y paciencia que nos llevan a diagnosticarle al artista un grave horror vacui heredero de, para entendernos, el Geof Darrow de Hard Boiled. En resumidas cuentas: Frontier es un título muy recomendable, incluso para aquellos lectores que no sean fanáticos del género; y cuya espléndida edición española incluye un detallado material extra que recoge los distintos cambios que adquirió el proyecto inicial desde su origen y hasta su publicación definitiva.

Una de las primeras páginas de “Iron Shoes”, con dibujo de Andrés Garrido

También resultó largo y de lo más curioso el proceso de gestación de una obra como Iron Shoes: por lo que cuentan sus responsables y el prologuista del volumen, este proyecto autóctono nació como un libreto cinematográfico que nunca terminó de cuajar. Nada de extrañar en un país como el nuestro, donde filmes en su momento tan marcianos (perdón por el chiste fácil) como El caballero del dragón, La grieta, Acción mutante, Stranded o Los cronocrímenes son, al margen del resultado final, poco menos que hitos en la historia de nuestro cine de género. Así pues, Rafael Lindem se puso manos a la obra, reconvirtió su idea inicial en un guion de historieta, reclutó al dibujante Andrés Garrido y acabó pariendo esta novela gráfica de poco menos de cien páginas en la que brilla especialmente, una vez más, su apartado gráfico.

El momento en el que los dos protagonistas de “Iron Shoes” se conocen determinará su futuro

La pareja protagonista de Iron Shoes son apenas unos adolescentes: una chica de doce años que trata de escapar de una situación de maltrato y un joven cuyas piernas fueron mutiladas por una terrible enfermedad y que necesita una estructura de hierro para poder desplazarse. Cuando ambos se conocen, enseguida nace entre ellos un vínculo de amistad (o quizá de algo más) que les llevará a tratar de escapar juntos del nuevo régimen de gobierno que les persigue para satisfacer sus propios fines. Estamos pues ante un relato futurista que aborda temas sociales habituales del género como la violencia gubernamental o la lucha de los desfavorecidos en pos de un futuro mejor, y que por momentos puede recordar al mítico manga Akira de Katsuhiro Otomo... Lo que no es poco mérito.

“Geiger” cuenta una historia que se desarrolla en un ambiente postapocalíptico

Algo bien distinto ocurre al otro lado del charco, donde aunque no falte presupuesto para armar grandes producciones cinematográficas repletas de efectos especiales digitales de acabado resultón tampoco dejan de cultivar el género dentro de los márgenes del noveno arte. Una de las últimas aportaciones al mismo es Geiger, historia que bebe tanto de algunos tropos habituales de la ciencia ficción como de estilemas más propios de los tebeos de superhéroes. No en vano su guionista es Geoff Johns, uno de los principales artífices, si no el que más, de la renovación de DC Comics en el siglo XXI (para que me entiendan los cinéfilos: lo que hizo primero Zack Snyder, y ahora parece que hará James Gunn, en la gran pantalla). Junto con un dibujante también habitual de los cómics de héroes con mallas, el siempre eficiente Gary Frank, el guionista de Green Lantern propone aquí el primer título de lo que pretende ser un nuevo universo ambientado en el futuro, protagonizado por una serie de héroes (o antihéroes) que responden al apelativo de Los Sin Nombre y que combaten en el conflicto conocido como la Guerra Desconocida. Veremos qué deparan las colecciones venideras, de la que ya se ha publicado por aquí la siguiente: Chatarra Joe.

Con “Geiger”, Geoff Johns da el pistoletazo de salida a todo un universo de series conectadas entre sí

Pero volviendo a este título de debut: Geiger es una obra que ya pudimos leer en seis entregas respetando la publicación original y que ahora se recopila en un tomo único. Se trata de un relato postapocalíptico cuyo protagonista es un superviviente de una bomba nuclear que ha adquirido unos poderes sobrehumanos que utilizará para defender a dos hermanos pequeños de quienes les persiguen para recuperar un objeto de gran valor. Sin necesidad de ser muy perspicaz, cualquiera puede darse cuenta de que estamos ante un cómic que, como los dos anteriores, no ha venido a inventar la pólvora; pero mientras estén resueltos con oficio, ofrezcan un rato de lectura entretenida y nos permitan disfrutar del talento de sus autores (insisto: especialmente de los ilustradores), yo no les pido más que eso. Porque no es poca cosa.

Frontier, Iron Shoes y Geiger están editados por Grafito, Cartem y Planeta Cómic respectivamente.

(Votos: 2 Promedio: 5)

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