Hechos son amores
La nueva alcaldesa de la ciudad de Villena, Dª Celia Lledó Rico, en una de las primeras decisiones que ha tomado desde su nombramiento el pasado sábado 16 de junio, ha decidido excluir de la Junta de Gobierno Local a los representantes de los partidos de la oposición.
Hay que señalar que siendo esta medida completamente legal, ya que es a la Alcaldía a quien corresponde designar a los miembros de la Junta de Gobierno, rompe con un pacto que se ha venido cumpliendo en Villena desde el año 1987, cuando el entonces alcalde socialista Salvador Mullor decidió incluir en la Junta de Gobierno Local a los representantes de los partidos de la oposición. Pacto que fue cumplido escrupulosamente por su sucesor en el cargo, el Popular Vicente Rodes, y que continuó cumpliéndose durante la pasada legislatura durante el mandato de la socialista Vicenta Tortosa.
La decisión que ha tomado Celia Lledó es una decisión de carácter dictatorial que rompe con el discurso que la propia Lledó ha venido proclamando desde que el PP ganara las elecciones en Villena. Es en las acciones y no en las palabras cuando la actitud de las personas toma su mayor valor. La señora alcaldesa, cuando hace pocas semanas todavía desempeñaba el cargo de portavoz del Partido Popular, afirmó en un Pleno Municipal que la actitud del anterior Equipo de Gobierno era de carácter fascista-comunista. Sin embargo, cuando ahora le resta a los partidos de la oposición el derecho a asistir a las sesiones de la Junta de Gobierno Local, se justifica en la mayoría que su partido ha alcanzado en las elecciones municipales.
Como se aprecia claramente, unas son las palabras y las actitudes que la señora Lledó ha empleado durante la campaña electoral y otros son los métodos que la actual alcaldesa de la ciudad de Villena emplea. Cuando estaba en la oposición se manifestaba a favor de la transparencia y de la democracia, pero una vez se ha sentado en el sillón de la alcaldía su actitud en defensa de estos valores deja mucho que desear.
Celia Lledó debería reconsiderar su decisión por sanidad democrática, ya que de no admitir a los miembros del Partido Socialista y de Los Verdes en la Junta de Gobierno Local, está dejando entrever que en el citado organismo municipal no se van a dar esas esas premisas. Porque cuando no se quiere que la oposición asista a las Juntas de Gobierno, se está diciendo que algo se quiere ocultar en ellas.
La decisión que la alcaldesa ha tomado se ajustará a la ley, pero no es acorde con los pactos alcanzados en esta ciudad desde hace más de veinte años, y tampoco dice mucho de una alcaldesa que antes acusaba a sus adversarios políticos de tomar decisiones de carácter fascistoide, cuando no era verdad. Sin embargo una de las primeras decisiones que ha tomado una vez ha llegado a la Alcaldía, deja fuera de la Junta de Gobierno a la oposición, impidiéndole realizar las labores de fiscalización del Gobierno Municipal que la ciudadanía le ha encomendado. Por tanto nos encontramos ante una alcaldesa que ya recién designada dice una cosa, pero hace todo lo contrario de lo que dice.
PSOE-Villena
Secretaría de Comunicación