Historia

Hemos leído… “Mujeres, iglesia y secularización. El Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia en el tránsito de la Ilustración al Liberalismo (1788-1874)”

Allá por enero del presente año, el profesor Juan Bautista Vilar me hizo llegar su entonces novísimo trabajo, escrito en un mano a mano con su hija María José; título y nombres avalados por muchos trabajos pasados, indicaban resueltamente una nueva y gran lectura. El tema investigado resultaba atrayente porque ¿qué conocimientos atesoramos sobre la vida diaria en los antiguos monasterios femeninos o de las monjas que los habitaban? Historias podemos haber oídos muchas pero de ahí a la realidad… median distancias considerables.
El trabajo puesto en práctica para escribir la monografía es a simple vista ingente, metódico y la primera vista del libro es toda una declaración de intenciones; no hay más que acudir al índice y fuentes consultadas en “una treintena de archivos y centros similares regionales, nacionales y extranjeros (incluido el Archivo Secreto Vaticano)”. La imaginación es libre y democrática pero sólo el que haya practicado la investigación histórica, comprenderá perfectamente y al pie de la letra lo de “una treintena de archivos”.

Por lo que se refiere a la monografía en su dimensión estratégica, la misma investiga y vuelca una ingente cantidad de documentación sobre el convento de monjas Clarisas situado en Murcia durante el periodo 1788–1874, años que nos marcan tal y como bien dicen sus autores, la transición que fue de la Ilustración al posterior Liberalismo en una etapa fundamental de la historia de España. Hablamos, sin lugar a dudas, de un trabajo que ahonda en el particular conocimiento del Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia (lo que las Trinitarias a Villena), así como en el general de la historia eclesiástica española, poniendo la mayor en el monacato femenino. El contenido también versa sobre el “pequeño” mundo religioso femenino en su caminar de un extremo a otro; no olvidemos que las monjas, observadas por los autores con el mayor de los respetos, son personas de carne y hueso que vivían entre cuatro paredes y que poco a poco, fueron evolucionando hasta la observancia que se sigue practicando en la actualidad.

Me gustaría destacar por afinidad que el método utilizado a la hora de escribir el libro, ha sido el analítico en detrimento del más popularizado cronológico. Tras la consabida introducción sobre el Monasterio y sus diversas reglas de funcionamiento, antiguas y no tanto, la investigación pasa a la etapa 1788–1874 y la divide en cuatro apartados: estructura conventual; biografías de las abadesas (microbiografías según los autores); biografías de vicarios, capellanes, clérigos y laicos en el Monasterio; y finalmente el cuarto se centra en la proyección exterior del Monasterio. Los cuatro apartados nos ponen en bandeja los aspectos esenciales de la vida femenina en su espacio y tiempo determinado.

Uno de los muchos detalles que he disfrutado es que junto a las grandes letras, obras y números, la monografía pulsa y descubre parar el lector una gran cantidad de “pequeños” detalles y trabajos que diariamente ocupaban (y ocupan) a las monjas en su día a día; pese a lo que pueda parecer en el monasterio se estaba (y está) para rezar pero también para trabajar con una clara organización colectiva donde cada monja tenía y tiene su correspondiente trabajo o trabajos. Tampoco olvidan las fiestas y ceremonias que las mismas celebraban y que pese a lo que pueda parecer, cualquier comparación con la actualidad es pura fantasía; ahora bien, sí rompían con la monotonía diaria de sus obligaciones terrenales y divinas.

Estamos ante una monografía básica e imprescindible a la hora de centrar nuestros conocimientos, sobre el tema analizado y en gran parte desconocido para la mayoría de nosotros. Además la monografía es amena y de fácil lectura que, no obstante, está literalmente plagada de reflexiones, notas, gráficos, tablas y juicios que nos ofrecen la posibilidad de ir mucho más allá, al invitarnos a sugerir posibles soluciones en juiciosos debates.

En definitiva y resumiendo, el imparcial y compacto conjunto vierte buena luz sobre una sociedad religiosa femenina que estaba cambiando por y gracias a la secularización que se dio en la etapa que Juan Bautista y María José Vilar, padre e hija o hija y padre, han investigado con la diligencia y profesionalidad que los caracteriza en cada uno de sus trabajos.

José Vicente Arnedo Lázaro
Premio de Investigación Científico Humanística Fundación José María Soler 2013.
Premio de Ensayo e Investigación Faustino Alonso Gotor 2013–Comparsa de Estudiantes.

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