Hipócritas vestidos de civilización que sueñan con partirles la cabeza a sus enemigos
Vale, tío. A ti quizá te han lavado el cerebro y te crees todo ese rollo de que les importa la educación y la paz y el amor entre los pueblos y las gentes, pero a mí toda es cháchara teledirigida me parece de una hipocresía brutal, una tomadura de pelo de dimensiones planetarias. [Escupe al suelo con desdén y arrogancia.]
Lo que les importa es que estemos todos controladitos, mirando con veneración la cara del fantoche político de turno, o aplaudiendo como buenos samaritanos el gol de Messi o el set de Rafa Nadal o el reencuentro de los inútiles colaboracionistas disfrazados de rebeldes guay del fascistoide programa Gran Hermano. Sí, no hacen más que hablar de educación y de cultura. [Pone cara de farola.] La Educación Y La Cultura Son El Pilar De Una Sociedad Moderna De Ciudadanos Libres Y Ci-vi-li-za-dos. [Simula el gesto de vomitar.] Pero les importa todo una mierda. Son todos unos hipócritas vestidos de civilización que sueñan en privado con partirles la cabeza a sus enemigos políticos, profesionales o de apareamiento. [Se ríe con estridencia enseñando un vacío premolar.] Que sí, tío. Seguro que se encierran en el baño y se imaginan pegándoles con un palo a los mismos que a diario ponen buena cara. ¿Te los imaginas? [Cara de servilleta.] Sí, Señor No Se Qué. Sí, Excelentísima. Sí, Póngase Usted Detrás De Mí. Oh, Por Supuesto Que No Me Hace Usted Daño. Claro, Su Magnánima Y Bendita Referencia Universal, Empuje Más Fuerte Si Lo Desea. [Cara de fanático comelenguas mientras finge agitar con furia un palo invisible.] ¡Toma, Toma, Toma Y Revienta, Pedazo De Subsecretario De Relaciones Estiradas Con Las Instituciones Académicas; Toma, Rastrojo De Consejero Para El Intercambio Cultural Con Namibia; Toma Y Revienta, Deshecho De Director De La Empresa Que Sea Que Explota A Niños Del Tercer Mundo Pagándoles Una Miseria Por Pegar Adhesivos Publicitarios De Causas Humanitarias En Balones De Fútbol. [Toma aire y recupera cierta simetría facial.] Eso es lo que les gustaría hacer. Y no lo hacen porque en el fondo son unos hipócritas cobardes y unos egoístas.
[Pausa. Cara de abstracta melancolía. Parece menguar bajo el póster de John Cobra con bigotillo hitleriano dibujado con rotulador.]
Que te digo yo que no quieren que tengamos educación. Que les interesa que seamos unos burros, unos indefensos borregos comegracias. [Cara de haber bajado en una parada equivocada de metro.] ¿Te estás riendo de mí? Veo una ligera flexión de tus comisuras que no me gusta nada. ¿Me estás vacilando? ¿Te parece gracioso lo que digo? ¿Quieres que te parta la cara? ¡Qué amigo ni que mierda! ¡Me estás vacilando y te voy a partir la cara! ¡¿Te crees mejor que yo?! ¡¿Te crees más listo que yo?! ¡¿Te crees como ellos, mendrugo, traidor, chupa pollas?! ¡¡TE VOY A BORRAR ESA RISITA DE IMBÉCIL!! [Salta por encima de la mesa hecha con una vieja caja de madera para transportar fruta o verduras sobre la que hay cuatro botellas de cerveza vacías y un cenicero colmado de colillas.] ¡¡TE VOY A MACHACAR ESA RISITA DE HIPÓCRITA QUE SE CREE MEJOR Y MÁS LISTO QUE YO Y TE!! [Desafortunadamente debemos interrumpir aquí el testimonio, ya que se ha acabado el horario infantil. Perdonen las molestias. Y aten a sus hijos.]