Abandonad toda esperanza, salmo 385º
Mucho antes de la actual fuga de cerebros (y de músculos) que está sufriendo nuestro país por culpa de la crisis, y que supone una verdadera sangría de la que pagaremos las consecuencias más graves dentro de unos lustros, muchos autores de cómics nacidos aquí ya se ganaban las lentejas fuera de nuestras fronteras. Un buen ejemplo es el dibujante catalán Josep Homs, poseedor de un estilo que aunque puede emparentarse con maestros de la BD como Gibrat o el gran Hermann no por ello deja de ser inconfundible como propio. Valga como muestra El Ángelus, un álbum soberbio escrito por Frank Giroud y cuya narración parte de un hecho histórico: la obsesión por el cuadro homónimo de Millet que llevó a Salvador Dalí a realizar un gran número de variaciones durante años e incluso a escribir un libro monográfico sobre la pintura (y que, si tienen curiosidad, pueden encontrar editado por Tusquets). A partir de esta anécdota, los autores construyen una investigación protagonizada por un individuo sobrepasado por la enfermedad terminal que padece y por una familia que no le comprende, lo que lo lleva a cambiar de estilo de vida de forma radical. Un álbum en el que la interrelación entre guion y dibujo es de una perfección milimétrica, y donde la importancia de las artes pictóricas en general y de los cuadros de Millet y Dalí en particular permiten a un pletórico Homs la oportunidad de revelarse una vez más como un artista mayúsculo.
Que Homs ha triunfado en el extranjero lo demuestra sobradamente el hecho de que fue elegido para ser el dibujante de las adaptaciones oficiales al cómic de las novelas de Stieg Larsson que conforman la tan traída y llevada trilogía Millenium. Tres novelas que confieso no haber leído pero cuyos argumentos conozco gracias a las películas que adaptaron en imagen real las peripecias del periodista Mikael Blomkvist y la hacker Lisbeth Salander: tanto las tres producciones suecas como el magnífico film de David Fincher Los hombres que no amaban a las mujeres, esta a partir de la primera entrega de la saga. Precisamente esta la podemos leer ya en viñetas de la mano del guionista sueco Sylvain Runberg y un Homs que se erige, otra vez y aparentemente sin demasiado esfuerzo, en lo mejor de la propuesta: su trabajo, donde de nuevo destacan la expresividad de sus personajes y el empleo del color, es garantía de calidad y razón más que suficiente para esperar con interés los dos álbumes que todavía están por llegar.
Si no es fácil triunfar en el extranjero, menos lo es hacerlo después de muerto. Y ya que hablamos del malogrado escritor sueco, no quiero dejar pasar la oportunidad de comentarles que pueden encontrar en las librerías el curioso Stieg Larsson antes de Millenium, un muy interesante cómic biográfico en el que, como sugiere el subtítulo "Anatomía de una obra", el guionista Guillaume Lebeau (que ya había escrito un ensayo dedicado al protagonista del álbum) y el dibujante Frédéric Rébéna escarban en el origen de tres de los libros más vendidos de los últimos tiempos, a partir de otros tantos episodios de la vida del autor que revelan las raíces de su mirada crítica y de su interés por el temible ascenso de los movimientos de extrema derecha en el norte de Europa. Esto me recuerda que quisiera recomendarles algunos cómics biográficos más, pero lo dejaré para otro día porque me quedo sin espacio, y no quiero que el director de este periódico me riña porque le desmaqueto la página otra vez.
El Ángelus y Stieg Larsson antes de Millenium están editados por Norma; Millenium 1 está editado por Planeta de Agostini Cómics.
