Imágenes icónicas

Como villenero, escucho en la Concha de la Explanada ‘Maram’, de Jef Penders, y me es imposible sustraerme a la imagen icónica de los Moros Nuevos desfilando en bloque con el porte que da una marcha tan aguerrida. O tan anacrónica respecto a las fiestas de moros y cristianos, que dirían otros. Pero ahí reside su valor diferencial, en lo que no se puede ver en otro lugar que no sea Villena.

Por más que he visionado durante décadas los spots turísticos de la Costa Blanca, las imágenes icónicas de nuestros festeros no aparecen por ningún sitio. No faltan la isla de Benidorm, el peñón de Ifach o el Misteri, y para representar los moros y cristianos los de Alcoy. A veces el desembarco de Villajoyosa. Y para de contar.

A estas alturas de la película puede que ya sea tarde y sobre todo estéril compensar estas carencias. En YouTube está todo. También cualquiera de los momentos icónicos de las fiestas villenenses. Los Contrabandistas y los Maseros a los sones de las notas del inmortal Gaspar Ángel Tortosa. Las escuadras especiales con denominación de origen. Las Embajadas en el Castillo de la Atalaya.

Quizá lo oficial, lo institucional, ha dejado de tener relevancia cuando todos nos hemos convertido en emisores de información y el día no tiene horas ni los meses jornadas suficientes para que veamos, leamos y saboreemos ni una mínima parte de todos los contenidos villeneros alojados en la nube. Pero ello no es óbice para que señalemos el vacío, la omisión imperdonable. Cuántas imágenes icónicas de nuestras queridas fiestas hubiesen merecido figurar en los inventarios institucionales.

Incluso a las puertas de 2020, ver desfilando a mil moros a los sones de ‘Maram’ es algo desconocido para los no villeneros. Se trata de un patrimonio inmaterial y único que solamente se ha vendido y vivido de puertas adentro, y es muy injusto.