Inundación en La Tercia (Esta casa es una ruina. III Parte)
Lamentablemente una vez más El Periódico de Villena tiene que hablar de este emblemático edificio para hacerse eco del mal estado en el que se encuentra el inmueble, que antiguamente albergaba una escuela y que hoy es sede de la Asociación de Vecinos El Rabal, la asociación El Rabalillo y la Oficina de Revitalización del Casco Histórico. De nuevo la lluvia, caída con gran fuerza durante la pasada madrugada, ha hecho mella en la situación de la casa, que se ha visto parcialmente inundada.
Al acudir a su puesto de trabajo, la responsable de la Oficina del Casco Histórico se encontraba con la desagradable sorpresa de que el suelo del inmueble estaba nuevamente encharcado, como resultado de la tormenta que se produjo la pasada noche. Al filtrarse a través de las goteras existentes, el agua ha descendido por las paredes hasta el suelo, cubriéndolo de agua. Igualmente el agua ha caído sobre parte del mobiliario, dándose el caso de que un ordenador de las aulas para niños estaba mojado, lo que puede haberle causado daños. Además, la pintura de las paredes que se han visto afectadas se ha hinchado y desconchado.
Tras una primera inspección, el arquitecto municipal comentaba que el agua ha entrado por el techo, a consecuencia de distintas goteras existentes en el inmueble. Según indicaba, el problema se puede deber a que durante las obras de restauración de La tercia en las que el Ayuntamiento de Villena invirtió 300.000 euros en 2006, no se saneó convenientemente la cubierta, a la que sólo se le cambiaron las tejas. También en el patio del edificio ha apreciado diversos fallos, como la inclinación de las pendientes, que ha hecho que no toda el agua de lluvia fuera hacia el sumidero, sino que parte se haya acumulado en la entrada al edificio, por lo que supuestamente se habría filtrado a través de la puerta.
Todos estos desperfectos vienen a unirse a los que la casa de La Tercia padece prácticamente desde que terminó su rehabilitación. Y es que desde que fuera inaugurado el edificio presentaba numerosas grietas en suelo y paredes. Cabe recordar además que pocos meses después, con la llegada de las lluvias, el agua entró tanto por las ventanas (las exteriores no se han cambiado) como por las puertas y por el techo. Hasta tal punto fue grave la situación que hizo que los niños que asisten a las clases de refuerzo de la asociación El Rabalillo tuvieran que abandonar el aula ante el riesgo de un desprendimiento de la escayola del techo.
Pero este no fue el único suceso, pues en febrero de este año se produjo un incendio en la Oficina de Revitalización del Casco Antiguo causado por una sobrecarga en la instalación eléctrica, debido a que el antiguo contador no se había renovado. El último suceso fue la caída de tejas y cascotes del edificio sobre la cubierta de una vivienda colindante a La Tercia, lo que causó daños en el inmueble, teniendo que pagar el consistorio parte de la reparación.