Ciudad

Investigadores del C.S.I.C. analizan las bóvedas del Castillo de la Atalaya

El prestigioso investigador Antonio Almagro Gorbea, junto a los arquitectos Rafael Soler y Alba Soler, de la Universidad Jaume I de Castellón, han llevado cabo, durante estos días, una toma de muestras y varios análisis para la definición constructiva de las bóvedas de la torre del homenaje del Castillo de la Atalaya.
Antonio Almagro Gorbea es miembro del laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad de la Escuela de Estudios Árabes de Granada, instituto perteneciente al Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC). Junto a su equipo se encuentra desde hace tiempo estudiando el tipo de bóveda que hay en el Castillo de la Atalaya, por lo que, en palabras de Almagro, “se trataba de ver cómo estaban construidas las bóvedas, sobre todo las de las plantas inferiores de la torre, que son muy interesantes porque están hechas con el sistema de arcos entrecruzados, que es una técnica que arranca en la mezquita de Córdoba en el Siglo X venida de Oriente; en la Península, las bóvedas más antiguas son las de Córdoba, y éstas desde luego siguen esa tradición”.

Las dos catas realizadas en las bóvedas de la primera y segunda planta tenían como objetivo el conocimiento detallado del tipo de construcción empleada. Fueron realizadas por personal especializado y supervisada por los mencionados investigadores con la presencia de la técnica del Museo Arqueológica, Luz Pérez. En la primera planta la cata abarca el espacio de un plemento entre dos nervios, situada justo arriba de la puerta de acceso a la torre, mientras que en la segunda planta, la cata se abre en el plemento ubicado sobre el pasillo de la ventana. Desde la concejalía de Cultura se informa que ambas permanecerán abiertas con el fin de dar a conocer la técnica constructiva de estas singulares bóvedas.

El prestigioso investigador Antonio Almagro anunciaba al final de la jornada los resultados obtenidos. “Hemos confirmado que no son tabicadas, son bóvedas encofradas, hechas con un molde de madera, con una cimbra de madera y con masa de hormigón, igual que el resto de la torre. Teníamos algunas fotos antiguas de cuando se restauró y en ellas se veía que la parte que se había restaurado se había hecho con bóveda tabicada, pero teníamos la duda si realmente cuando se hizo esa restauración lo que hicieron fue continuar lo que habían visto original o si simplemente lo habían utilizado como una forma muy lógica de cerrarlo”. Almagro también daba a conocer los resultados de las dataciones tomadas en anteriores visitas: “sacamos muestras de madera de las agujas que soportaban los moldes o los encofrados con los que se construyó la torre para tratar de datarlos con Carbono 14, cosa que ya se ha hecho y parece confirmar que la obra posiblemente es musulmana, pero del momento anterior a la conquista cristiana”.

Memoria científica de la restauración
La arquitecta Alba Soler, por su parte, destacaba la importancia de estos trabajos: “esta idea puede contribuir a la difusión de este tipo de arquitectura en ámbitos científicos y a su revaloración internacional”.

Los trabajos desarrollados serán plasmados por el equipo investigador en la publicación que formará parte de la memoria científica de los trabajos de restauración que desde el pasado año se están llevando a cabo en el Castillo de la Atalaya, y que se publicarán al finalizar las obras de restauración.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba