Inviern09 en el Teatro Chapí
En espera de la resolución del pequeño conflicto protagonizado por la Consellera de Cultura y la Alcaldesa de Villena, que supondrá el pistoletazo de salida a la celebración del año de Don Ruperto, el Teatro que lleva su nombre presentó sus propuestas para la temporada de invierno de este año.
Y yo tal y como acostumbro, después de largar esa cerveza solitaria y necesaria para el asunto, vuelvo a destacar una o dos citas con motivos, vaya usted a saber, muchas veces ajenos al espectáculo en su sentido más estricto. Pero antes de empezar permítanme, queridas personas, una breve pausa donde formular una queja para mostrar mi descontento con la Concejalía de ¿Cultura, Juventud, Fiestas
?, que dejó al escenario del Chapí sin el lujo de enmarcar al mítico Luis Aguilé.
Perdida la oportunidad volvemos a la programación de invierno del Teatro Chapí destacando dos propuestas que casualmente parten de compañías valencianas. Por un lado nos encontramos en enero con El circo de la mujer serpiente, artificio que pone en escena la compañía Ananda Dansa. La compañía, hagan memoria, ha visitado reiteradamente nuestros escenarios desde hace más de diez años, y ha dejado al menos a mí cada vez que he tenido ocasión de verla¬ buenas sensaciones gracias a sus trabajos bellos e impecables con incursiones en la experimentación sobre los nuevos caminos posibles que encontramos tanto en el mundo de la danza como en el del arte en general.
El segundo espectáculo que comentar es el que trae La Pavana Companya Teatral. Compañía, como la anterior, que debe ser sobradamente conocida por el público de Villena tanto por la calidad de las propuestas que han presentado en nuestros escenarios como por la cantidad de años que vienen visitándonos. En esta ocasión presentan Malos y Malditos en una versión adaptada del texto de Fernando Savater. Como añadido a la propuesta debemos destacar la presencia del villenero Víctor Lucas en el reparto del montaje. A Víctor hemos tenido ocasión de verlo en nuestros escenarios en montajes escénicos del Centro Juvenil Don Bosco y en alguno de los trabajos musicales de Francis J.
Por último y anticipándome seguramente en exceso, pero al amparo de la fecha de la representación de La Pavana (28 de Marzo), voy a aprovechar para reivindicar la celebración del Día Mundial del Teatro. No tengo en realidad motivos especiales para hacerlo, tan solo el deseo de poder disfrutar ese día con tantas personas que en nuestra ciudad son partícipes del hecho escénico. El teatro necesita de todos los elementos para ser teatro, por eso el Día del Teatro debe ser un espacio de celebración para todas las personas que son teatro. Espero verles pronto. No falten.