Isidro Gosálbez sale al paso de las manifestaciones que se han publicado en los últimos días

Estos últimos días han sido muy duros. Para mí, para mi familia, para mis amigos, para mis compañeros y, por supuesto, para Villena. He sido sometido a un juicio mediático en el que ya he resultado condenado desde el primer día, sin que nadie se haya preocupado en preguntarse cuál es la pura realidad. Tampoco nadie me ha preguntado a mí.
Por supuesto que lamento profundamente lo sucedido el pasado día 21, y he de pedir disculpas públicas por lo sucedido. Comportamientos como el que mostramos el concejal Richart y yo son ciertamente inadmisibles. Y no intento ahora justificarme, sino pedir disculpas y, si se me permite, explicar lo sucedido desde mi punto de vista.
A todo el mundo le resulta evidente la situación que existe en el Ayuntamiento de Villena, a nadie se le escapa la tensa situación que se vive día a día. Todos saben quién soy, qué soy, quién es mi mujer y qué cargo desempeña en el Ayuntamiento.
Y el enfrentamiento que mantuvimos el Sr. Richart y yo no fue sino la consecuencia de la suma de unos factores que, desde el punto de vista humano, son explicables: largos meses de tensión, insultos a mi esposa y una visible arrogancia por la otra parte. Lo lamento, pero soy humano. Por casualidad me encontré al Sr. Richart, y esta humanidad mía me llevó a recriminarle su actitud con mi esposa. El enfrentamiento no fue más allá de una discusión verbal y unos agarrones. Nada más.
A pesar de que resulté lesionado, nunca pretendí presentar denuncia alguna, porque entendí siempre que era una cuestión personal y que cualquier actuación posterior sería perjudicial para la imagen del Ayuntamiento y para la imagen de Villena. He de decir, públicamente, que presenté la denuncia tras conocer que yo ya había sido denunciado y que el incidente se había hecho público por parte del Sr. Richart.
Presenté mi dimisión a la Alcaldesa de Villena el día siguiente, al entender que lo sucedido podía salpicar al Ayuntamiento y a mi ciudad. No hay constancia de que la otra parte hiciera lo propio, ya que ambos tuvimos nuestro grado de culpa.
Mientras tanto, los díscolos se han dedicado a sacar partido a este asunto y los medios de comunicación se han cebado con mi persona y, finalmente, con nuestra Alcaldesa, quien, desde el primer momento, entendió que esto era una cuestión puramente personal. Mientras tanto, la oposición se frota las manos.
Lamento sinceramente ser protagonista de un show que se parece mucho a la telebasura, pero quiero que sepan que nunca he tenido intención de participar en este espectáculo. Me han tachado, públicamente, de acosador, de maltratador y de violento. Me van a permitir que diga yo ahora, públicamente, que me considero acosado, maltratado y violentado.
Piensen, además, que, desde que tuvo lugar el incidente, ha habido gente que ha intentado sacar una rentabilidad política y personal, pero pregúntense quién lo intenta y para qué. A propósito de lo sucedido, algunos aprovecharán la ocasión para seguir tensando su cuerda particular y, de paso, seguir haciendo daño a Villena. A mí y a mi familia ya nos lo han hecho, y va a pasar mucho tiempo para que podamos recuperarnos.
Mientras tanto, otros seguirán tirando cohetes, dando ridículas ruedas de prensa que no tienen otro objeto que el puro ataque a la Alcaldesa y su propio aseo personal.
Lamento lo sucedido, pero mantengo mi desprecio hacia los arrogantes.