Darío que es de Nicaragua pero le duele y siente y no olvida si le pegan igual que a ti y a mí y no le gusta que le peguen como no te gusta a ti ni a mí ni a nadie Pájaro que en realidad se llama Paco y que sufre de convulsos ataques epilépticos bastante desagradables quizá porque toda la vida ha sido ignorado o maltratado por todos sin ninguna clase de piedad
y yo que tengo esta malformación en la cadera que me impide correr y por eso siempre que me acuesto sueño que le saco diez metros de distancia a Usain Bolt en la final de los cien metros lisos de los Juegos Olímpicos de Madrid y luego me duermo llorando pues los tres estamos vestidos con sudaderas negras con capucha y escondidos detrás de un coche en la Plaza Pascual Doménech vigilando la salida B del M.I. Ayuntamiento con la intención de asaltar y morder y quizá escarmentar aunque tal vez la expresión exacta sea Iluminarles Con Un Momento De Dolor Y Obligarles A Mirar Dentro De Sus Ciegos Y Mezquinos Y Quizá No Todavía Secos Corazones a los concejales del M.I. Ayuntamiento cuando salgan a estas altas horas de la noche después de a saber qué extrañas y retorcidas reuniones porque lo que hemos oído la última semana multitud de veces a gente aquí y allá es que estos representantes públicos han caído en la más profunda oscuridad de los pecados más inmorales y se dedican a arrastrar sus sombras manchadas de lujuria gula avaricia pereza ira envidia y soberbia por las calles de la ciudad como una comitiva ridícula y patética y por eso Darío Pájaro y yo hemos decidido que nuestra primera mordida pública sea sobre ellos para dejar bien claro que todos estamos en peligro de ser devorados por la tempestad de nuestras perversiones secretas si olvidamos que cualquiera de nosotros solo es en realidad una pequeña diana sobre la que el tiempo apunta en silencio el arma de la insignificancia de modo que esperamos con paciencia hasta que a las tres de la madrugada empiezan a salir figuras moviéndose y cuando estamos a punto de saltar sobre ellas vemos que surgen emitiendo gruñidos y enzarzadas en violentos y rotundos mordiscos mientras personal indefinido o de confianza saca grandes bolsas negras de plástico claramente cargadas de cosas pesadas que pueden ser restos humanos o promesas o principios ni que de decir tiene que nos quedamos paralizados viendo el extraño ritual de dominación y sumisión y comprendemos que somos unos simples aficionados comparados con esta terrorífica jauría de concejales-lobo sedientos de cosas que ni siquiera ellos llegan a comprender y que más vale irnos de allí rápidamente pero antes de que podamos mover un músculo ya los tenemos encima mordiéndonos con lentitud mientras nos ofrecen una compensación extraoficial por lo que hemos visto y nosotros decimos con terror Todavía No Votamos Todavía No Votamos pero no sirve de nada pues trabajan a largo plazo y yo siento cómo me mastican y extraen mi voluntad mientras escucho a lo lejos una voz singularmente femenina que susurra La Historia No Nos Juzgará Porque Nosotros Nos Encargaremos De Acabar Con La Historia De Villena
