Cultura

Jonás el espermatozoide

El último sábado del pasado mes acudimos en familia al Teatro Chapí para disfrutar del espectáculo que la compañía El Espejo Negro presentaba en nuestra ciudad. Una propuesta de teatro para toda la familia que venía avalada por el premio a la mejor dirección del FETEN 2011. Y para quienes no sepan qué es eso del FETEN les diré que es uno de los mejores festivales de artes escénicas de nuestro país. Su principal característica es su circunscripción al público infantil y juvenil –que cada día con mayor insistencia se viene llamando familiar–. Afortunadamente el Festival continúa en marcha pese a recortes y demás desmanes, y la selección de compañías participantes sigue siendo un referente para la programación de cientos de teatros.
El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide, del premiado Ángel Calvente, se presenta a primera vista como un montaje adaptable a todo tipo de espacios (calle, circo, italiana…), preparado y previsto para ponerse en marcha allá donde se requiera su presencia. Quizás por tal motivo, pese a que no se escatima ni en los medios ni en la realización técnica, el público sufre algunas carencias de visibilidad debido a la iluminación de los actores y la actriz, ya que ésta resulta mucho más idónea para el juego con las marionetas. Aún así el talento y la gracia con que el reparto actúa y manipula es suficiente para mantener la atención patio de butacas y para despertar sonrisas y simpatía. De hecho resultaría casi imposible acometer una temática como la tratada: la concepción, sin que desde el escenario se emanara tanta seriedad como normalidad, mostrando los hechos biológicos tal como son y al tiempo restándoles toda carga mitológica y todo exceso de pudor. De lo que resulta un espectáculo divertido, sumamente ingenioso, que asume con rigor las distintas fases y elementos propios de la fecundación. Un espectáculo que fuera del puro divertimento resulta más que recomendable para ciertas edades de nuestra vida. Edades quizás menos infantiles debido a la terminología y las explicaciones científicas de ciertos procesos. Pero aún así, como si del viaje al centro de la tierra se tratara, la creatividad y la variedad contribuyen al desarrollo dinámico de la aventura, a la que no faltan –para los más mayores– guiños musicales y figurados de artistas “de ayer, hoy y siempre”, diré para no revelar nada.

Para terminar me gustaría destacar algo que me llamó la atención. La presencia de la programación semestral de nuestra Casa de Cultura en las taquillas y demás soportes del Chapí, así como la distribución de las actividades de la Kakv durante las vacaciones de Pascua anexa al programa de mano del teatro. No digo más…, tan sólo que me pareció un motivo de optimismo respecto a nuestro panorama cultural.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba