José Fernando Domene
La contribución de José Fernando Domene Verdú a la historiografía festera dista de ser baladí
¿Quién no conoce a José Fernando Domene Verdú? ¿Quién no ha leído alguno de sus centenares de artículos u ojeado siquiera alguno de sus libros de investigación? Para mí que lo que mi amigo del alma viene queriendo expresar en miles de folios prolijamente documentados no es más que una idea relevante y ciertamente revolucionaria: nuestras queridas fiestas de moros y cristianos cuentan con dos modos o focos de irrupción de donde emanan todas las demás. De un lado está el modelo de lo que podríamos denominar la Montaña; de otro el modelo Vinalopó. Por un lado, Alcoy. Por otro, Villena. No tiene nada que ver la Trilogía alcoyana con el programa festero de los pueblos del Vinalopó, Caudete, Sax, Elda y Petrer incluidos.
Ejercer de pregonero de las fiestas de Villena confirió a José Fernando la autoridad moral para hablar con conocimiento de causa acerca de la antropología festera, constituyéndose en referente, como lo fue el fallecido José Luis Bernabeu Rico. Sin embargo, la enorme prudencia de Domene Verdú, cuya relación con todas las poblaciones festeras es exquisita, le permitió defender la primera tesis que se publica sobre la fiesta de moros y cristianos con una elegancia primorosa. Argumentando sin faltar. Exponiendo sin señalar.
José Fernando Domene Verdú forma parte del organigrama de la UNDEF y de la Junta Central de Fiestas de Villena. De ahí su gusto exquisito a la hora de diseccionar la historia de la celebración, sus porqués, aportando sus hipótesis sin que nadie se sienta molesto.
Sin embargo, la contribución de José Fernando Domene Verdú a la historiografía festera dista de ser baladí. Marcar con precisión el modelo de la Montaña frente al modelo del Vinalopó demuestra valentía y audacia. En unos tiempos en donde importan tanto los impactos mediáticos como la denominación de origen de cada una de las celebraciones.