Juan Carlos García Domene, el otro pregonero
En nuestras queridas fiestas patronales es muy importante la figura del pregonero, incorporada al programa de actos en 1967. Pero no lo es menos la del predicador. Una figura en ejercicio en las fiestas villenenses desde hace siglos. Un pregonero que habla desde la fe. Porque no otra cosa sino pregonar las virtudes de nuestra Morenica y de lo que significan las fiestas que se celebran en torno a ella es lo que han hecho durante varios cientos de años quienes han ejercido este cargo en la arciprestal de Santiago.
El predicador de este año fue nuestro apreciado Juan Carlos García Domene, que por encima de títulos (es director del Instituto de Teología San Fulgencio de Murcia) es un villenero que ejerce, un comunicador como la copa de un pino, y una de las cabezas mejor amuebladas que ha dado nuestra tierra. Ni que decir tiene que el sermón que pronunció el 8 de septiembre fue apabullante. Con decir que arrancó una ovación espontánea, sobran más comentarios. En sus 32 años de ejercicio sacerdotal, era la tercera vez que Juan Carlos ejercía tal responsabilidad en la Misa Mayor. Si bien es fácil escucharle en distintas misas a lo largo del verano. El día de la Romería, sin ir más lejos, pronunció otra homilía memorable en la misa matinal que se celebra en el Santuario a las 11 de la mañana.
Juan Carlos García Domene, nacido en el callejón de El Chicho, moro nuevo por adscripción familiar, y tan experto en villenerismo que podría escribir numerosas tesis doctorales al respecto (ay, nuestra Murcia querida, con su Morenica y todo), sería muy buen pregonero un día 5. Y de hecho, lo fue, vaya si lo fue este 2017.