Judas, 33 años
Por una cuestión moral y de principios, ni siquiera ahora puedo dar su nombre, pero dado que él (X en adelante) ya no se encuentra entre nosotros, puedo al menos contar su historia para que quizá sirva de ejemplo y meditación a los que quieran creer.
X era una de las personas más generosas y amables que he conocido. Era lo que técnicamente llamamos una Buena Persona (BP en adelante). Y lo era sobre todo porque no quería que nadie supiera que se dedicaba a hacer el bien a tiempo completo. Mantenía el anonimato utilizando el teléfono para comunicarse (cambiando de número constantemente) o a través de nosotros, el Círculo Cercano (CC en adelante) a él. No era especialmente sociable, pero siempre que alguien lo requería X le abría su corazón. No era precisamente simpático, pero en los momentos de tristeza siempre podías contar con X y alguna de sus cariñosas tonterías. No era rico, pero X siempre se las ingeniaba para conseguir dinero (aunque quizá los métodos podrían considerarse poco ortodoxos) y repartirlo entre aquellos que lo necesitaban (no necesariamente los más pobres). En definitiva, todos nosotros le reverenciábamos como a un padre. Éramos, tanto el CC como los Fieles Seguidores Modestos (FSM en ad.) como una Gran Familia (GF en ad.) que comparte un designio venturoso y elevado. Pero como nada es perfecto en este complejo y competitivo mundo, la dinámica de los tiempos empezó a enturbiar tan Elevada Empresa (EE en ad.). Uno del CC tuvo una visión (qué importa quién) de lo que el futuro podría deparar a la humanidad si extendíamos nuestra EE y su fe alrededor de la tierra. Hubo un gran debate, e incluso algunos abandonaron la GF alegando que el tamaño de la EE traicionaría su espíritu, pero la perspectiva de un mundo enteramente BP era demasiado tentadora, de modo que tanto el CC como los FSM salimos a las calles y predicamos. Pronto vimos que habíamos vivido en la oscuridad. Por todas las esquina había grupos que predicaban otra formas de bondad (algunas de ellas interesantes teóricamente, como la prohibición de la COPE y los Reality Shows). También nos dimos cuenta de que X, comparado con otros predicadores BP, no tenía carisma. Además de que sería necesario revelar su identidad para que nuestra EE compitiera en igualdad de condiciones. Se nos ocurrió entonces que uno del CC se hiciera pasar por X frente al público. Y aquí empezó la catástrofe. En el seno del CC crecieron las envidias, pues muchos querían ese papel. X se derrumbó (la realidad es que anhelaba secretamente ser él mismo el elegido, lo cual le torturaba, pues eso traicionaba completamente su idea de hombre BP), y acabó suicidándose. Abandonados a mi suerte (fui el elegido), fui traicionado y entregado a las autoridades por uno del CC con la pretensión de utilizarme como mártir y asegurarse la atención del público. Ahora espero la pena capital y los FSM me adoran (cosa que, me avergüenza decirlo, no consuela), mientras el traidor prepara con su departamento de marketing la apertura del primer centro GF en la mejor calle de Villena.